El fútbol lo premió con una de las mejores experiencias que puede vivir un jugador, y lo hizo cuando tenía 33 años y el final de su carrera empezaba a asomar a la puerta.
Veintidós años después, muchos recuerdan a Juan José “el Peché” Rodríguez, porque se metió en la lista para ir al Mundial de Corea y Japón 2002.
Algunos dirán que se coló al final, porque el Peché ni siquiera jugó en la eliminatoria, pero previo a esa Copa del Mundo, Alexandre Guimaraes, quien era el seleccionador en ese momento, lo llevó a una gira en Corea, donde la Tricolor se midió a Japón y a Corea. Rodríguez jugó en ambos compromisos y ni se inmutó, como le dijeron los compañeros, después de los encuentros.
Hoy Juan José vive alejado del fútbol y del debate que generó su convocatoria. Salieron muchos rumores que nunca le molestaron; los recuerda con gracia y siempre sacó tiempo para aclararlos. El Peché tiene un gimnasio, es entrenador personal y ahí en su establecimiento, junto al apoyo de sus hijos, se esmera en atender a los clientes y poner al servicio su experiencia y estudios como preparador.
“En el 2006 dejé de jugar de manera profesional y gracias a Dios con el gimnasio me va bien. En esa transición sí llegué a pensar, ‘¿y ahora qué hago?, ¿qué va a suceder con mi vida?’”, dijo el Peché.
La respuesta de qué iba a hacer le llegó rápido. Un día llevó un curso que le dio el Comité de Deportes de San Carlos y decidió prepararse como entrenador personal. Ha llevado cursos tanto a nivel nacional como internacional y tiene su gimnasio, Peché Fitness.
“Ya voy para ocho años con el gimnasio. Cuando dejé el fútbol, el Comité Cantonal de Deportes de San Carlos me contrató como promotor deportivo. Con el tiempo el Comité quería abrir una sala de spinning y me puse a hacer cursos sobre esta disciplina y entrenamiento personal. Fui a dos convenciones mundiales sobre ejercicio en Miami. Me metí de lleno a estudiar sobre el fitness y con el tiempo me independicé”, dijo Juan José, quien en el fútbol jugó con Belén, Cartaginés, San Carlos, Carmelita y hasta reforzó a Saprissa en el torneo llamado los Grandes de Centroamérica.
“El fútbol me dio experiencias muy bonitas, primero jugar en Primera y luego toparme en mi carrera con gente como don Carlos Watson, Juan Cayasso, Álvaro Solano, Ronald Mora, Jorge Cheves, Franco Benavides y Erick Lonis, entre varios, quienes para mí eran consolidados en el fútbol”, manifestó Rodríguez.
El Peché se quedó viviendo en Ciudad Quesada, donde vistió la camiseta de San Carlos por muchos años y se ganó el cariño de la gente. Peché está metido de lleno en su gimnasio, no le queda tiempo para ver los partidos de fútbol y menos practicarlo. Comentó que a veces ve algunos juegos, lo invitan a mejenguear, pero no puede. Debe preparar rutinas de ejercicios, atender a los clientes, e incluso visitar a algunos, quienes por falta de tiempo no pueden trasladarse al gimnasio.