Por la mente nunca le pasó vivir la carrera que disfrutó, no se visualizaba como jugador profesional, menos marcando 100 goles y tampoco logrando lo que pocos futbolistas consiguen: jugar con tres clubes grandes, la Liga, Saprissa y Herediano, ser goleador, integrar la Selección y militar en el extranjero.
Doce años después de haber anotado su primer gol en Primera, Cristhian Lagos hizo un punto y aparte.
El 9 de agosto del 2010, un joven Lagos de 26 años le anotó a Limón en la victoria de su equipo, Brujas, 3 por 1. Fue en el estadio Cuty Monge, donde Cristhian remató de pierna izquierda y abombó las redes.
“Ese gol significó mucho para mí, fue el que marcó un inicio de lo que fue una linda trayectoria. Si ese día me hubieran preguntado si iba a hacer 100 anotaciones, no sé qué hubiera respondido, eso nunca me pasó por la mente, como tampoco imaginé que iba a ser futbolista”, comentó Lagos, quien próximo a cumplir 38 años le dijo adiós al fútbol.
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"Yo lo que pensaba era trabajar en las bananeras como lo hacía. Nunca pensé que iba a vivir un cambio tan radical y menos en el fútbol", dijo Cristhian Lagos, quien vivió su mejor época con el Santos.
Cristhian lo meditó y decidió colgar los botines: “todo en esta vida tiene un inicio y un final”, dijo el artillero, quien hizo un repaso de su carrera.
“Era hora de hacerme a un lado, es una decisión que analicé por varios meses y era el momento para retirarme. Es una decisión que da tristeza y nostalgia, pero también alegría por todo lo que pude lograr en el fútbol, cada meta que me propuse pude conseguirla, solo me faltó vivir la experiencia de estar en un mundial”, señaló Lagos.
El delantero expresó que se marcha con la misma alegría con que llegó al fútbol y con un agradecimiento por el cariño que la afición le dio.
“Sigo siendo la persona humilde, trabajadora y luchadora que siempre fui, por eso no me queda más que agradecer a los clubes que me abrieron las puertas en el fútbol. Gracias afición de Costa Rica porque me aceptaron como soy. Siempre voy a estar súper agradecido con la gente por tantas muestras de cariño, porque hasta el día de hoy sigo recibiendo reconocimiento de las personas en la calle; con eso me quedo y con eso me voy”, opinó Cristhian.
Para Cristhian ya es hora de disfrutar de sus dos hijos, “porque cuando uno está en el fútbol sacrifica mucho a la familia y ahora toca verlos crecer y compartir más tiempo con ellos”, manifestó el futbolista, quien salió de las canchas para laborar en una constructora en Naranjo.
“Ahora en el fútbol hay mucho espacio para los más jóvenes y uno tiene cierta edad. Hay que respetar eso; por eso venía meditando la decisión y espero que los planes de Dios sean perfectos para mí”, agregó.
El último club de Lagos fue Sarchí en Linafa y, previamente, Carmelita en Segunda División. El fútbol pasó a ser un tema recreativo para él.
“Ahora estoy muy agradecido con las personas que Dios ha puesto en mi camino como Michael Rivera, quien me ha ayudado en este tiempo y espero seguir contando con él. Michael es mi patrón, le tengo mucho aprecio y cariño. Desde que llegué a su empresa me ha tratado de muy buena manera”, comentó Lagos, quien hace tres meses se trasladó de Sarchí a vivir en Naranjo, donde lo miran y le hablan de fútbol.
“La gente me ve y me reconoce, me hablan de fútbol y de mi carrera. En todo lado que voy siempre hay muestras de cariño. Donde voy y la gente me trata súper bien, sobre todo en Heredia y en Guápiles, los dos equipos donde futbolísticamente mejor me fue”.
En Santos fue donde Cristhian Lagos tuvo su mejor etapa, fue donde hizo más goles, quedó goleador en tres ocasiones y en un torneo lo designaron mejor jugador.
Lagos posee gratos recuerdos y grandes amigos que le dio su vida futbolística; a la pelota nada le reprocha.
“Tengo muchos amigos que me dio el fútbol, con todos los que compartí camerino me los puedo topar en la calle y los puedo ver a la cara, saludarlos, no tuve problemas. Me llevé muy bien con José Carlos Pérez, Patrick Pemberton, Cristian Oviedo... me cansaría de mencionarlos, con todos me llevo súper bien”, expresó el atacante, quien también tuvo palabras para algunos técnicos.
“Óscar Ramírez fue un entrenador que me enseñó muchas cosas que después pude explotar en Primera. Me ayudó a mejorar mi juego, me daba muchos consejos y eso fue importante para lograr grandes cosas en Santos, porque en la Liga no tuve mucha oportunidad”.
“Tuve entrenadores muy buenos, de cada uno aprendí cosas diferentes y quien me dio más confianza fue César Eduardo Méndez; con él logré tres títulos de goleo”.
Y por supuesto los goles no podían quedar a un lado y Cristhian se refirió a los mejores, los más significativos.
“El gol que significó mucho para mí fue el que hice con Santos en el Estadio Nacional ante Saprissa. No fue un golazo, pero valió una clasificación a una final para Santos, en mi primer torneo con el club”.
“Y aunque no fue el más valioso por el resultado que llevábamos, íbamos perdiendo 3 a 0, pero el gol 100 lo hice en Pérez Zeledón”.
¿Y el más bonito que marcó?
Me gustó uno que le hice a Belén. Juan Diego Madrigal me tiró el pase, dejé que picara el balón y le pegué al ángulo.
¿Su mejor partido?
Mi mejor partido por la cantidad de anotaciones que marqué, fue cuando logré cuatro goles con el Brujas, un encuentro redondo contra la UCR.
¿El defensa que más le costó superar?
Kendall Waston, es el más fuerte. Quienes lo hemos enfrentado sabemos la fuerza que posee, es complicado, más que todo en el uno a uno, en espacio reducido saca mucha ventaja.
¿El recuerdo que más atesora?
Todo lo que pude haber logrado, títulos de goleo, campeonatos, toda mi carrera es muy apreciada. El cariño de la gente, el aprecio que me tienen y que me hayan aceptado con mi sencillez y humildad.