El título del Torneo de Clausura 2022 permanecerá guardado una semana más y solo será tocado por las manos de los encargados de la Unafut. Cartaginés es el gran culpable de desmantelar lo que era un verdadero carnaval en Alajuelense y la fiesta ahora parece no tener fin en la Vieja Metrópoli.
Si bien, los brumosos aún están lejos del título, dieron un paso gigante, forzaron a una gran final y dejaron ver su sed por hacer historia. Los blanquiazules tendrán los dos partidos adicionales que tanto añoraban, mientras que la Liga irá a esa serie que tanto quiso evitar y a la que parecía casi imposible que llegara, hasta que apareció un jugador rojinegro para convertir todo en frustración.
Marcel Hernández, el goleador del Torneo, la ficha eriza y en teoría quien no aparecía en los momentos importantes, fue el que bajó las banderas y apagó la algarabía manuda.
La moneda sigue en el aire, no hay nada definido para ningún equipo, aunque es claro que la confianza del León ya no es la misma y se asomaron los fantasmas que antes estaban al 100% del lado de los dirigidos por Géiner Segura. No hay duda que Segura y los suyos ahora creen más que nunca en que pueden acabar con la sequía que los atormenta desde 1940.
Eso sí, por más que los erizos no pudieron en su primera oportunidad, tampoco es que ya se les puede descartar, por algo fueron los líderes, el mejor equipo de la fase regular y pese al negativismo y el enojo de los suyos, deben reaccionar de inmediato, si no quieren perder ahora sí el cetro.
Claro, para que los manudos logren su objetivo y aviven la fiesta deben acercarse más a ese plantel agresivo, que busca lo que quiere y que se lleva por delante al que se topa. Este de la serie con Cartaginés fue más tímido, más calculador y lo pagó.
Reponerse no será fácil para Albert Rudé, quien vuelve a recibir críticas por sus movimientos y sus cambios. Apenas tiene tres días para el primer compromiso en el Fello Meza.
Duelo táctico
No era ningún secreto, el duelo de ida fue cerrado, poco vistoso y sin muchas emociones, al punto que solo se realizaron dos remates directos. Con este panorama, para la vuelta era ilógico pensar que veríamos un choque diferente, las finales son así y se juega y se pelea con todo, es más, una de las prioridades era no recibir gol.
De entrada en Alajuelense repitieron alineación, la misma que en los últimos cuatro partidos, dándole respaldo a un plantel que se ha hecho sólido y que juega casi de memoria. La iniciativa la llevaron los locales y al menos sí tuvieron claras para abombar las redes, pero la zaga y el arquero Kevin Briceño resolvieron.
Del lado de Cartaginés, era imposible que repitieran el 11. Las bajas sensibles en la zaga obligaron al técnico Géiner Segura a ajustar: William Quirós fuera por lesión en su codo izquierdo, José Gabriel Vargas ausente por expulsión y Mauricio Montero con una dolencia en la rodilla derecha.
Las bajas hicieron que hasta cambiara el modelo de juego, con Carlos Barahona como central y ya no como lateral, mientras que DIego Sánchez por la banda izquierda y Víctor Murillo acompañando a Michael Barrantes en la contención. En donde sí modificó el timonel por gusto fue en la inclusión de Dylan Flores por Robaldo Araya y con esto planteó un 1-4-4-2, a diferencia del 1-4-4-1-1 que normalmente utiliza.
La pelea y la lucha fue constante, con unos blanquiazules muy ordenados y con poco volumen en ataque, mientras que los erizos con el dominio del balón y tratando de golpear.
Puntos claves
En la lucha desde los banquillos llegó un movimiento clave y fue la incursión de Bryan Ruiz, quien sorpresivamente ocupó el lugar del recuperador José Miguel Cubero. De entrada parecía muy arriesgado perder a un hombre clave como Cubero, pero al final la lectura del técnico Albert Rudé le dio frutos.
Ruiz dejo ver su calidad y liderazgo con un centro medido para Carlos Mora, quien se impuso sobre Sánchez y la pelota caprichosamente pegó en la espalda de Briceño, de gran duelo, para terminar en el fondo de las redes en el minuto 69.
La mesa estaba servida, la locura en el Morera Soto era absoluta y los fanáticos ya se veían con la copa entre sus manos. Cánticos, festejo y hasta el grito de “ole, ole, ole” bajaron de las graderías de un reducto abarrotado.
Sin embargo, a los rojinegros se les olvidó un pequeño gran detalle: un tanto de los brumosos cambiaba toda la fiesta por frustración y dolor. Incluso, omitieron que quedaba mucho tiempo por delante, que su adversario tenía la mejor ofensiva del certamen y al goleador, Marcel Hernández.
Justamente el criticado Hernández por no aparecer en las instancias finales, el mismo que fue señalado por la afición eriza, el que enviaron a préstamo al rival de la final, pese a haberlo comprado hace un año, fue el encargado de silenciar el Morera Soto.
Marcel se adelantó en un tiro libre y desvió un centro de Michael Barrantes en el 84′, en medio de una mala salida de Leonel Moreira y con esto llegaron los fantasmas y las críticas de siempre en la Liga, tanto para los jugadores, como para el timonel Rudé.
Ficha del juego:
- Alajuelense: 1 (1)
Titulares: Leonel Moreira, Ian Lawrence, Giancarlo González, Alexis Gamboa, Ian Smith, José M. Cubero, Celso Borges, Aarón Suárez, Carlos Mora, Freddy Góndola y Johan Venegas. DT. Albert Rudé.
Cambios: Bryan Ruiz (Cubero, al 60′), Josué Meneses (Suárez, al 81′) y Jurguens Montenegro (Smith, al 89′).
- Cartaginés: 1 (1)
Titulares: Kevin Briceño, José Luis Quirós, Daniel Chacón, Michael Barrantes, Carlos Barahona, Víctor Murillo, Dylan Flores, Diego Sánchez, Jeikel Venegas, Allen Guevara y Marcel Hernández. DT. Géiner Segura.
Cambios: Arturo Campos (Flores, al 70′), Ronaldo Araya (Guevara, al 78′), Byron Bonilla (Quirós, al 79′) y Paolo Jiménez (Venegas, al 83′).
Goles: 1-0 (69′): Briceño (autogol). 1-1 (84′): Hernández (Barrantes). Árbitros: Hugo Cruz con Andrés Arrieta, Octavio Jara y Keylor Herrera. Estadio: Morera Soto, 8 p. m.