
Como acostumbra a hacerlo a diario, al ser las 4:30 de la madrugada, Manuel Víquez Rojas, de 67 años de edad, abandonó las cobijas. Caminó kilómetro y medio por potreros, cuesta arriba, y se dispuso a realizar el ordeño de sus cinco vacas.


Mas la rutina, este domingo, tenía una variante: en una de las paredes de la lechería, ubicada en San Juan de Chicuá, a las faldas del volcán Irazú, el señor colgó un radio de transistores para no perderse ni un segundo del partido Costa Rica versus Serbia, en el Mundial de Rusia 2018.


Aunque el resultado no fue favorable para la Sele, don Manuel, quien es papá de seis, abuelo de diez y bisabuelo de dos, siguió el juego paso a paso y comenzó así las celebraciones del Día del Padre.
En la tarde, irá a trabajar a un sembradío de papas, porque más allá de la fecha, para este señor el trabajo es lo primero, aunque quedó claro que... ¡el fútbol también!
