
Un exjugador de fútbol americano asesinó a cuatro personas en una oficina de la NFL en Manhattan y luego se suicidó.
El atacante, identificado como Shane Tamura, se disparó en el pecho tras cometer los homicidios. La policía halló una nota en la que pidió que se examinara su cerebro por posible encefalopatía traumática crónica (ETC). Esta enfermedad degenerativa ha sido vinculada a repetidos golpes en la cabeza sufridos en deportes de contacto.
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Tamura jugó fútbol americano en secundaria en California. No hay registros que confirmen si participó a nivel universitario o profesional. A pesar de eso, expertos indicaron que la ETC puede desarrollarse incluso sin haber sufrido conmociones o haber llegado al deporte profesional.
Especialistas explicaron que analizar el cerebro de Tamura tomará semanas o meses. El proceso implica estudiar al menos 20 regiones cerebrales para confirmar el diagnóstico. Un resultado positivo no prueba que la enfermedad haya causado el ataque, señalaron.
Organizaciones como la Concussion Legacy Foundation han advertido que personas con ETC pueden presentar alteraciones de conducta, problemas de memoria y decisiones erráticas. Sin embargo, recalcaron que la mayoría de quienes padecen esta condición no cometen actos violentos.
El tiroteo de Tamura reactivó la discusión sobre la salud mental en exdeportistas. Casos como los de Aaron Hernandez, Phillip Adams y Jovan Belcher, todos exjugadores de la NFL que asesinaron personas antes de suicidarse, también involucraron diagnósticos post mortem de ETC.
Un estudio realizado en 2023 por la Universidad de Boston analizó 152 cerebros de atletas de contacto fallecidos antes de los 30 años. Más del 40 % presentaba evidencia de ETC, aunque la mayoría no llegó a competir a nivel profesional. De los 63 casos confirmados, 48 correspondían a jugadores de fútbol americano.
Ann McKee, directora del Centro de ETC de Boston, señaló que existe daño en los lóbulos frontales que puede afectar el juicio y provocar reacciones impulsivas. Aun así, subrayó que la relación entre ETC y violencia aún requiere más investigaciones.
Las autoridades no han revelado detalles sobre el estado mental de Tamura en los meses previos al crimen. Tampoco han indicado si el ataque fue planeado con antelación.
Tamura pidió que se estudiara su cerebro, en un gesto que recordó casos anteriores como los de David Duerson y Dylan Bramwell, quienes también solicitaron análisis neurológicos antes de quitarse la vida.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.