La eliminación de la Selección Nacional del Mundial 2026 dejó a muchos aficionados y deportistas con un sabor amargo: enojo, frustración y tristeza. Aunque parezca exagerado, este tipo de reacción forma parte de un duelo emocional deportivo, especialmente cuando la ilusión seguía viva hasta los últimos minutos del partido ante Honduras.
La eliminación mundialista genera reacciones intensas en hogares, centros de trabajo y espacios públicos. Las expectativas se comparten y, cuando no se cumplen, también se comparte el duelo. Por eso es importante comprender cómo funciona este proceso y qué herramientas pueden ayudar.
Duelo emocional tras una derrota o cambio
La psicóloga Olga Ruiz Alfaro, del Centro Terapéutico Fátima, explica que el duelo emocional es un proceso natural que aparece ante cualquier pérdida significativa, no solo ante fallecimientos.
“Está asociado a la muerte, pero también suele hablarse de duelo ante rupturas amorosas, cambios profundos en la vida, pérdidas de salud, trabajo, amistades, o incluso al dejar atrás etapas importantes”, indicó la especialista, parte de la red médica Medismart.
En términos simples, el duelo es una reacción humana normal. Cada persona lo vive a su propio ritmo y de acuerdo con su historia, sus recursos emocionales y el apoyo social con el que cuente.
“El duelo nos permite irnos adaptando a la realidad que cambió o que no es lo que esperábamos que fuera”, recalcó la psicóloga.
En un contexto deportivo, ese cambio llega como un golpe emocional inesperado, similar a un gol en contra en tiempo de reposición: descoloca, frustra y cuesta asimilarlo.
Etapas del duelo: de la negación a la aceptación
Cada persona atraviesa el duelo de manera distinta, pero suelen aparecer etapas similares, aunque no siempre en el mismo orden ni de forma completa.
- Negación: Esta etapa ayuda a amortiguar el impacto inicial, nos da un tiempo para poder asimilar la situación. Continuando con el ejemplo del Mundial, se reconoce la eliminación, pero existe rechazo interno.
- Ira: Aparece la frustración, el enojo o la sensación de injusticia. Este enojo puede manifestarse de diferentes maneras. Puede dirigirse hacia el equipo, al entorno o a uno mismo. Es una forma de expresar el dolor.
- Negociación: Surgen intentos de recuperar el control ante lo que ya no se puede cambiar. Aparecen los “¿y si…?”: “Si hubiéramos hecho este cambio”, “Si ese gol hubiera entrado”.
- Tristeza: Es un estado de recogimiento emocional. Se siente el vacío emocional y el desánimo; puede aparecer llanto o pérdida de energía.
- Aceptación: No elimina la angustia, pero permite manejarla sin la intensidad inicial. Es el momento en que se asume el resultado y se empieza a mirar hacia adelante.
“Es posible ir y venir entre estas etapas o saltarnos algunas, mantenernos más o menos tiempo en algunas. Y es normal y natural”, explica Ruiz.
7 técnicas que ayudan a superar el malestar emocional
No existe una fórmula única para enfrentar el duelo, y cada persona lo vive de manera distinta. Sin embargo, sí hay herramientas que pueden ayudar a transitar este proceso de forma más saludable:
- Permitirse expresar las emociones: Llorar, hablar, escribir o compartir lo que se siente ayuda a liberar tensión emocional. Reprimir suele intensificar el malestar.
- Buscar apoyo: Contar con personas que escuchen sin juzgar es altamente protector. Además, el acompañamiento profesional puede ser clave, ya que las personas cercanas no siempre saben qué decir o cómo actuar.
- Mantener rutinas básicas de autocuidado: Dormir suficiente, alimentarse bien, realizar actividad física, mantener la higiene personal y buscar pequeñas actividades placenteras. En duelos deportivos también se pierde energía emocional.
- Vivir la pérdida sin exigirse “superarla” rápido: Respetar el propio ritmo es esencial para una recuperación sana. Cada quien tiene su propio tiempo para asimilar un resultado que dolió.
- Crear rituales simbólicos: Escribir una carta, guardar un recuerdo o realizar un pequeño acto personal puede ayudar a darle sentido a lo vivido.
- Evitar decisiones importantes al inicio: Cuando las emociones están intensas, es mejor no tomar decisiones drásticas hasta recuperar algo de claridad.
- Buscar apoyo psicológico profesional: No hay que esperar a que el malestar sea insoportable. Pedir ayuda es una señal de fortaleza, no de debilidad.
Al final, así como en el deporte, también en lo emocional se aprende a levantarse. Reconocer lo que se siente y buscar apoyo permite pasar la página y prepararse para el próximo partido, dentro y fuera de la cancha.
