EscucharEl Inter Miami y el Al Ahly egipcio empataron a cero este sábado en la apertura del nuevo Mundial de Clubes de la FIFA, pese a los esfuerzos de la estrella local, Lionel Messi, que estrelló un balón en el palo a segundos del final.
El argentino revolucionó a su equipo tras una primera parte decepcionante y encendió a los casi 61.000 espectadores del Hard Rock Stadium de Miami, que acabaron disfrutando de un buen espectáculo pese a la falta de goles.
El inicio del partido fue un monólogo del Al Ahly. Los egipcios, animados por sus numerosos aficionados en las gradas, asfixiaron a los locales, poco acostumbrados a un ritmo tan alto en la MLS norteamericana.
A cada pérdida del Inter, el rival respondía con transiciones velocísimas en busca de sus delanteros, el palestino Wessam Abou Ali y el egipcio Trezeguet, un dolor de cabeza para la defensa local.
Tras un gol bien anulado por fuera de juego a Ali, los egipcios siguieron apretando. En otra buena ofensiva, el mediapunta Emam Ashour recibió en la banda izquierda, regateó a un rival y se plantó delante del portero Óscar Ustari, que atajó su disparo.
El Inter apenas generaba ocasiones y Messi apenas tocaba la pelota. La afición estaba apagada, como el equipo.
La primera ocasión del cuadro floridano llegó en el minuto 26, un disparo lejano del lateral derecho Ian Fray, que pasó rozando la portería rival.
Un gran Ustari
El Al Ahly no se encogió y continuó su acoso, pero chocó con un gigantesco Ustari.
El guardameta argentino detuvo primero un cabezazo a bocajarro del central Yasser Ibrahim en el minuto 31.
Y se volvió a lucir 10 minutos después al detener un penalti lanzado por Trezeguet, tras una falta ingenua cometida por Telasco Segovia en el área.
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Entretanto el central visitante Achraf Dari hizo temblar al Hard Rock Stadium cuando sembró una patada en la rodilla de Messi, que se retorció de dolor. El incidente tuvo el mérito de despertar a los hinchas locales y también al Inter.
Los locales tuvieron su mejor ocasión en el tiempo añadido de la primera parte, cuando Ali despejó en la línea de gol un centro envenenado de Luis Suárez.
El descanso fue benéfico para los jugadores de Javier Mascherano.
En el minuto 50, Tadeo Allende desaprovechó una ocasión clara con un disparo a bocajarro detenido por el portero egipcio Mohamed El Shenawy.
Y Messi empezó a ser Messi. El argentino comenzó a recibir en la zona de tres cuartos y a generar peligro.
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En el 56’ tiró por primera vez a puerta y tres minutos después dejó solo a Marcelo Weigandt ante El Shenawy, pero el lateral erró el disparo.
A lomos de su capitán, el Inter revivió y puso al Al Ahly contra las cuerdas.
Una falta lanzada por Messi, otra vez él, rozó el palo de la portería rival. Y un centro del rosarino, bien rematado por el delantero Fafa Picault obligó a El Shenawy a hacer una gran atajada.
El portero egipcio se agigantó en los últimos instantes del partido. Desvió al travesaño un disparo con rosca de Messi en el tiempo añadido y detuvo un testarazo de Maximiliano Falcón que parecía gol.
Este primer resultado deja abiertas las opciones de ambos equipos en el grupo A, que comparten con el Palmeiras brasileño y el Oporto portugués.
Para la FIFA, que temió por unos días que el encuentro se disputara en un estadio medio vacío, la apertura fue un éxito al que sólo le faltó el gol.
