Aún lo recuerda como un chamaco impulsivo, un poco distraído, típico de un adolescente de solo 16 años que entrenaba con el Club Sport Herediano, pero que desde entonces mostraba ser diferente.
Puntualmente, Jafet Soto Molina lo esperaba en Moravia para ir al estadio Eladio Rosabal Cordero y asistir a las prácticas del plantel de liga menor. Meses después, fue incorporado al primer equipo dirigido por el español Juan Luis Hernández Fuertes, quien venía de lograr el campeonato de la temporada 1992-1993.
Durante el corto viaje hasta Heredia, el tema principal de conversación entre Marvin Obando Obando y Jafet no era otro que el fútbol, la pasión de ambos y especialmente la del chiquillo que soñaban con debutar en la máxima categoría con el club rojiamarillo y comerse el mundo detrás de un balón, sin imaginar la historia que le esperaba.
Marvin, mundialista en la Copa del Mundo de Italia 90 y quien participó en los Juegos Olímpicos de Moscú 1980 y Los Ángeles 1984, había ganado cinco cetros con el cuadro florense, por lo que sin duda era todo un ídolo y referente para el joven Jafet.
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“Recuerdo que llevaba a Jafet al estadio a pedido de su papá, quien era taxista. Él siempre me agradeció mucho, porque tenía que trabajar todo el día y era muy complicado para él. Siempre estaba muy atento y pendiente de Jafet y de cuál era su comportamiento”, recordó Obando.

El exfutbolista, quien posee el récord nacional de más partidos en la Primera División, con un total de 685 compromisos, explicó que desde muy pequeño Soto mostró tener condiciones privilegiadas, aunque eso no impidió que debiera llamarle la atención.
“Lo regañaba mucho, porque si quería estar en un equipo grande tenía que actuar con mucha responsabilidad, se distraía y no estaba enfocado. Pero bueno, era solo un niño, Recuerdo que algunos de los jugadores hablamos con Juan Luis (Hernández Fuertes) para que le diera una oportunidad en el primer equipo, y fue así como debutó muy joven en la Primera División”, aseguró Obando.
Un Jafet Soto talentoso
Marvin Obando comentó que siempre trató de aconsejarlo, motivarlo y encauzarlo, porque tenía talento, pero también le llamaba la atención para que no se desubicara, ya que era “jovencito” y tenía muchas expectativas.
“Ese talento lo llevó muy rápido a jugar a México. Desde entonces solo le digo chamaco, y ahora es él quien me regaña a mí. Es increíble todo lo que creció y aprendió en México, donde hizo una gran carrera profesional”, indicó Obando.
El exjugador, que militó en siete equipos de la máxima categoría y en cuatro etapas distintas con el Herediano, bromeó diciendo que hoy ya no puede regañar a Jafet, pero es consciente de que él cambió la historia del centenario club.
“Jafet fue un gran jugador que le dio muchas alegrías al club, pero también, como presidente y entrenador, transformó la institución. Siempre lo he admirado. Si él no hubiese estado, el Herediano no habría ganado el bicampeonato, y es de admirar todo lo que está haciendo al frente del equipo”, declaró Obando.
Jafet Soto y Marvin Obando se reencontraron durante un convivio organizado por la Asociación Deportiva Club Sport Herediano, entre los bicampeones de las temporadas 1978-1979 y 1979-1980, y el actual plantel que logró los títulos del Torneo Apertura 2024 y del Torneo Clausura 2025.
