Cuando Diego Campos caminaba hacia la tarima en la ceremonia de premiación de la Copa Centroamericana de Concacaf, los aficionados de Liga Deportiva Alajuelense lo ovacionaban, pero había uno en particular que vestía la camisa rojinegra y se encontraba con los ojos llenos de agua.
Se trataba de Erick Campos, el orgulloso papá del futbolista, a quien en ese instante más de 1.000 ideas se venían a su mente. Aparte de culminar como goleador de la Copa Centroamericana de Concacaf, fue declarado el mejor futbolista de esta competencia.
Horas antes, Diego Campos confesó: “Empecé a jugar por mi papá y por mis hermanos, toda mi familia es muy futbolera y ellos fueron quienes me pasaron ese sentimiento hacia el fútbol; al verlos jugar a ellos, ir a los partidos de mi papá, a los de mi hermano. Fueron momentos muy lindos y ahí fue donde yo empecé a agarrar el gusto por el fútbol”.
De todos en la casa, él fue quien luchó por verdaderamente abrirse camino como profesional. En una Navidad, aquel niño recibió un regalo que le fascinó: un uniforme de Alajuelense que le compraron en el mercado central.
Una vez que se acabó la final entre la Liga y Real Estelí, con los rojinegros convertidos en bicampeones invictos, don Erick sintió una mezcla de emociones. Lo mismo pasó con doña María del Rosario Ballestero. Ambos eran testigos de las ovaciones a su realizado hijo.
“Ha sido increíble, con una presión enorme, pero demasiado bueno y lleno de felicidad, no solo para Diego, sino para todo el equipo. El profesor Alexandre Guimaraes tiene muchísimo que ver en esto, porque confió en él, le dio la oportunidad y Diego con su esfuerzo y sacrificio se ganó un puesto en el equipo”, comentó Erick Campos en charla con La Nación.
En reiteradas ocasiones, el futbolista de la Liga ha dicho que este semestre es muy bueno, pero que no podría catalogarlo como el mejor de su carrera, porque en Europa y en Estados Unidos también vivió momentos muy buenos.
Don Erick concuerda con eso, al afirmar: “Este es el Diego que gracias a Dios nos tocó verlo allá en Europa y es el mismo Diego, más bien al principio le costó un poquito adaptarse al fútbol de aquí, pero está volviendo a ser el Diego que era allá en Europa y yo sé que aún puede dar más”.
El papá del jugador de la Liga confesó que el miércoles pasado tenía muchos nervios y sentía una presión como si fuese él quien saltaría a la cancha para jugar ese partido.
“Sabíamos que el Real Estelí tiene muchísimas condiciones y era una final, todas las finales son de dientes apretados y de tensión, pero gracias a Dios la pudimos sacar. Y no me cambio por nadie. Hablaba con unos directivos de Alajuelense y les decía que es un orgullo, porque él ha sido un muchacho muy sacrificado, se ha esmerado mucho, ha luchado mucho por sus metas y se le están cumpliendo.
”Es una satisfacción muy grande verlo con estos trofeos que no son solo de él, son del equipo, pero es una satisfacción enorme porque él ha luchado mucho por eso. Además, viene un nietito en camino, la alegría mejor que cualquier otra; será mi segundo nieto y muy felices estamos, Dios nos ha bendecido de todas formas este año”, relató.
Los papás de Diego Campos siempre están presentes en todos los partidos de la Liga en el Morera Soto, algo que les encanta.
“A veces nos cuesta comunicarnos con él porque pasa concentrado, pero aprovechamos los momentos que venimos a verlo para compartir con él. Vea qué curioso: a todos mis hijos les ha gustado el fútbol, pero Diego desde niño estuvo en la escuela de fútbol, casualmente acá en la Liga”.
Fue justamente ahí donde empezó la ilusión y el sufrimiento, porque a los 15 años se fue del país y para la familia siempre fue difícil tenerlo tan lejos y siendo tan unidos.
“Pero estos logros lo llenan a uno de mucha satisfacción, porque el esfuerzo de él y de la familia ha valido la pena. Él ha luchado mucho para vivir esto, sé lo mucho que se ha esforzado y lo mucho que hemos llorado. Y sé que él añora ser campeón nacional con Alajuelense y ahora todos estamos pensando en el partido del domingo, en la semifinal”, reseñó Erick Campos.
Alajuelense visitará a Herediano este domingo 8 de diciembre, a las 5 p. m., en el Estadio Carlos Alvarado, en Santa Bárbara. El partido de vuelta de esta semifinal será el miércoles 11 de diciembre, a las 8 p. m., en el Estadio Alejandro Morera Soto.
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