
La Selección de Costa Rica se jugará buena parte de su boleto al Mundial 2026 en Curazao, un atractivo destino turístico bañado por las aguas del Caribe.
Para empezar, como es bien sabido, el partido de este jueves 13 de noviembre no será contra el equipo local, sino contra Haití. Esto se debe a que los haitianos no pueden jugar en su país, debido a la inestable situación política y el clima de inseguridad, que aconseja mejor no organizar ahí eventos internacionales como un encuentro eliminatorio.
Entonces, la Federación Haitiana de Fútbol eligió como sede a un “vecino” del Caribe. Los partidos se disputan en el estadio Ergilio Hato, de césped sintético y con capacidad para 10.000 personas.
Ya Honduras visitó ese recinto en la primera fecha de la cuadrangular (empate 0 a 0); Nicaragua lo hará en la última jornada, el 18 de noviembre. Esto significa que los haitianos tendrán la ventaja de cerrar en “casa” los dos compromisos finales, aunque no sea propiamente en su país.
Curazao también disputa la fase decisiva de la eliminatoria, en el grupo B, y está dando la sorpresa, pues cuenta con buenas opciones de clasificar a su primer Mundial: va un punto abajo del líder Jamaica, pero tres arriba del favorito Trinidad y Tobago.
La Selección de Curazao cerrará de visita los dos partidos de la cuadrangular, así que no habrá choque de fechas con su inquilino Haití en estos juegos de noviembre.

Curazao está ubicada a solo 50 kilómetros de la costa de Venezuela. A manera de referencia, esto es la décima parte de la distancia que separa el territorio continental de Costa Rica de la Isla del Coco.
Para desplazarse a Curazao, la Selección de Costa Rica viajará en un vuelo chárter que sale este miércoles 12 de noviembre por la tarde. El retorno será el propio jueves después del partido, programado para las 8 p. m. hora de nuestro país (10 p. m. hora local).
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Gracias a esta estrategia, la Tricolor amanece en suelo tico; así se ahorra un día de viaje y puede aprovechar mejor los espacios de recuperación. Es una decisión que cuesta dinero (el vuelo privado) pero que tiene un impacto positivo en el manejo del tiempo, tan escaso cuando se trata de la agenda de una selección.
Curazao goza de autonomía pero no es un país independiente. Forma parte del Reino de Países Bajos (antes conocido como Holanda), junto a Aruba y San Martín. Hasta el 2010 formaron parte de una entidad conocida como Antillas Holandesas, que se diso lvió ese año, pero continúan manteniendo dependencia política de su colonizador europeo.
La isla caribeña tiene 444 kilómetros cuadrados y una población de 160.000 personas que viven principalmente del turismo, servicios bancarios y una refinería de petróleo que importan de Venezuela.
Los costarricenses que vayan a este partido no necesitan vacuna contra la fiebre amarilla, aunque hagan escala en Colombia o Panamá, pues se trata de estadías muy cortas. La otra opción para llegar es a través de Miami.
La capital de Curazao se llama Willemstad; ahí reside la mitad de la población y también está ubicado el estadio donde Costa Rica buscará asestar un golpe decisivo en su lucha por clasificar al Mundial 2026.
Este es el mapa de Curazao.
El siguiente video expone algunos de los atractivos turísticos de Curazao.
