EscucharEl Deportivo Saprissa inició su pretemporada con un fuerte llamado de atención interna. Tras un semestre sin títulos y con heridas que aún duelen en la afición, uno de los capitanes del equipo, David Guzmán, fue el encargado de poner en palabras el compromiso del plantel con la institución y sus seguidores.
“Ya llevamos un año sin títulos y eso no nos puede volver a pasar”, sentenció Guzmán, luego de someterse junto al resto del plantel a las pruebas médicas de rigor. El volante fue claro: el margen de error se acabó y la exigencia de la camiseta morada no permite más tropiezos.
“En Saprissa siempre existe una máxima exigencia, nos exigen ganar y hacer las pruebas médicas es bastante bueno, porque hubo un margen de 22 días, un mes de receso, y debemos cambiar el chip. No nos gustó lo que pasó en el semestre y tenemos que cambiar la cara sí o sí”, comentó el experimentado jugador.
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El arranque de la pretemporada comenzó este miércoles 11 de junio y los jugadores pasaron por pruebas cardiológicas que forman parte del protocolo del club. El doctor Andrés Garzona, médico del Saprissa, explicó la importancia de este proceso al detallar que los exámenes permiten conocer a profundidad la capacidad cardiorrespiratoria de cada futbolista.
“La prueba de esfuerzo, por ejemplo, brinda detalles del estado del corazón y ayuda a medir el consumo de oxígeno, que es clave en el rendimiento físico. Todo esto nos da información muy útil para planificar la carga de trabajo en la pretemporada”, explicó Garzona.
Pero más allá de los exámenes físicos, en Saprissa lo que también se evaluó fue el estado anímico del grupo. Según Guzmán, el trabajo de reconstrucción emocional empezó desde la última eliminación, no apenas ahora.
“Esto no es un regreso nuevo, no es que estamos empezando. Desde que terminó el partido donde fuimos eliminados lo empezamos a trabajar. Comenzamos a pensar en lo que fallamos y debemos mejorar, y al iniciar la pretemporada estamos mentalizados en hacer las cosas bien”, recalcó el jugador.
El capitán también hizo énfasis en el nuevo aire que trae el grupo con la llegada de jóvenes valores. Para Guzmán, hay ilusión y talento en esa sangre nueva, pero también una gran responsabilidad para los líderes del camerino.
“Ahora es muy bonito, hay mucho joven, y nosotros como líderes debemos trabajar muchas cosas extra, comandar el grupo, enfocarnos mucho en la ayuda y preparación hacia los demás. Tenemos que exigirnos al máximo porque el fútbol ha cambiado mucho, hay que exigirse más”, dijo.
La autocrítica en Saprissa parece estar activa desde el primer día. Guzmán sabe que no hay excusas que valgan y que el peso del escudo exige volver a levantar títulos.
“Los jóvenes que vienen tienen mucha ilusión, quieren ganar muchos títulos, participar de buena manera y dejar una huella”, cerró.
En Saprissa, el mensaje es claro: no hay tiempo para lamentaciones ni espacio para conformismos. La pretemporada no es solo física; es, sobre todo, mental y emocional. El equipo comienza su preparación con un objetivo firme: recuperar el protagonismo perdido y devolverle a la afición la gloria que tanto exige.
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