
Una mujer de 32 años denunció al diputado y candidato presidencial del Partido Nueva República (PNR), Fabricio Alvarado Muñoz, por un supuesto delito de abuso sexual, el cual habría ocurrido en el transcurso del 2006, cuando ella tenía 13 años y él 32.
Ella interpuso la denuncia el 18 de febrero de este año ante el Ministerio Público, y su relato fue ampliado el 7 de agosto anterior. Una copia de esa querella llegó, de manera anónima, al periodista Antonio Jiménez, del medio digital AmeliaRueda.com, quien aseguró que corroboró que eran documentos auténticos y oficiales.
En la denuncia —dada a conocer por ese medio de comunicación— se detalla que Alvarado habría abusado sexualmente de la niña, en al menos 10 ocasiones, a lo largo del 2006.
En ese momento, el ahora candidato presidencial era periodista y presentador de Noticias Repretel, en canal 6. No tenía ninguna relación con la política y, además de su trabajo, tocaba guitarra y cantaba, principalmente, en iglesias evangélicas.
En específico, la mujer acusa a Alvarado Muñoz, hoy de 51 años, de abuso sexual y de corrupción agravada de una menor de edad.
Según el artículo 161 del Código Penal, el primer delito se sanciona con penas de hasta ocho años de prisión y pueden subir hasta los diez años si la víctima es menor de 15 años. En tanto, el segundo delito se sanciona con penas de entre cuatro y nueve años de cárcel, según el artículo 167.
En ese último apartado se establece que comete corrupción “quien utilice personas menores de edad o incapaces con fines eróticos, pornográficos u obscenos en exhibiciones o espectáculos públicos o privados de tal índole”.
De acuerdo con la denuncia, Alvarado Muñoz habría cometido los delitos “en su modalidad agravada ya que, para ejecutar esos actos se aprovechó de su relación de confianza con la presunta víctima y su familia, así como de la situación asimétrica con la que contaba a su favor y la vulnerabilidad de la ofendida”.
‘Campaña sucia’
La tarde de este domingo, Fabricio Alvarado grabó un mensaje en video, en donde afirmó que esa decisión “es una muestra más de que la campaña sucia ya empezó”.
Alvarado calificó de irresponsable “la forma en que se filtró la denuncia” y que no existe ninguna prueba en su contra. Además, dijo que son “declaraciones temerarias que me acusan falsamente de abuso sexual por un hecho que supuestamente ocurrió hace 20 años”.
¿Cómo ocurrieron los supuestos hechos?
Según la denuncia, los hechos que se le atribuyen a Alvarado habrían ocurrido en dos lugares: en la casa de la supuesta víctima y en un automóvil, y todos se habrían desarrollado en el transcurso del 2006.
El vínculo entre Alvarado y la familia de la menor habría surgido en el 2004, cuando la dueña y pastora general de una iglesia en Desamparados lo conoció y lo invitó a cantar en su congregación. Ella es la mamá de la denunciante.
No obstante, los aparentes abusos habrían sucedido dos años después, cuando Alvarado ya era líder del grupo de alabanza del templo y el vínculo con la pastora era más estrecho.
“Al parecer, Alvarado tenía un patrón para encontrarse con la niña, aprovechando la distribución de la casa donde vivía la menor de edad con sus padres y hermanos“, se consignó en el artículo de AmeliaRueda.com.
Según la denunciante, en la iglesia de sus padres fue donde Alvarado conoció a Laura Moscoa Morales, su actual esposa, quien para esa época era la líder de un grupo de baile en la congregación y, en ocasiones, se encargaba de cuidarla a ella y a sus hermanos menores.
La supuesta víctima también aseveró que Alvarado era un asiduo visitante de la casa de su familia, incluso después de haberse separado por un tiempo de su ahora esposa. Fue justo en ese lapso, a inicios del 2006, fue cuando habrían empezado los abusos.
De acuerdo con la denuncia, los aparentes besos forzados de Alvarado ocurrieron “al menos, una vez al mes en el 2006 (…). Siempre fue en el comedor o en el pasillo, en los mismos lugares que marqué en el dibujo y siempre los besos fueron iguales (…). Todas las veces él me escribía mensajes de texto y yo hacía lo que él me decía”.
En el escrito además se detallan, al menos, dos situaciones sobre cómo ocurrieron los presuntos abusos sexuales.
¿Por qué ahora la denuncia?
Ante el Ministerio Público, la denunciante aseguró que nunca olvidó lo que pasó, pero que no había contado nada porque quería seguir con su vida. Precisó que perdió contacto con Fabricio Alvarado y su esposa, Laura Moscoa, desde finales del 2007.
Agregó que tuvo apoyo psicológico, pero que nunca le habló a la psicóloga de este tema, “pero en el 2018, cuando hubo elecciones en el país y Fabricio era candidato presidencial y quedó en segunda ronda con Carlos Alvarado, veía propaganda de él e información en todos lados. Él surge ahora en mi vida, pero yo ya tenía 27 años y al empezar a verlo en todos lados, yo me acordé de todo lo que pasó y entiendo la gravedad de lo que había ocurrido. Fue en una cita de emergencia que le conté a mi psicóloga esto que había pasado.”
“La decisión final de denunciar la tomé cuando supe que otra muchacha lo denunció por abuso sexual. Me di cuenta de la existencia de esa denuncia en diciembre del 2024 y eso me generó confianza de hablar y de contar lo que me pasó. No tengo ni idea de quién es la otra muchacha”, aseguró en la declaración ante el Ministerio Público.
El 9 de diciembre del 2024, la Fiscalía General confirmó que Alvarado Muñoz era investigado por un presunto delito de abuso sexual cometido en perjuicio de una persona mayor de edad. Esa causa se tramita bajo el expediente N.° 24-000108-0033-PE.
Dos meses y nueve días después, se presentó esta segunda denuncia, en la que se solicita que se investigue “y esto sea conocido por la Corte Suprema de Justicia, posteriormente por la Asamblea Legislativa con el fin de que (…) se levante la inmunidad de que goza Alvarado Muñoz y se pueda continuar con el proceso penal en su contra”.
La defensa de la denunciante precisó que no tiene pretensiones económicas.
Inmunidad parlamentaria
Al ser Alvarado un diputado de la República, cuenta con inmunidad, por lo que el caso se debe tramitar ante la Fiscalía General y será el jerarca de esa institución, Carlo Díaz, quien decidirá si solicita que se le levante ese fuero.
En un eventual caso, se deberá realizar un procedimiento similar al que se llevó a cabo con el presidente de la República, Rodrigo Chaves Robles, por el denominado caso Cariñitos-BCIE.
De encontrar elementos suficientes en la denuncia, Díaz debe presentar una acusación ante la Corte Suprema de Justicia, que decidirá si la envía a la Asamblea Legislativa.
Una vez en el Congreso, se debe conformar una comisión que analizará el caso y recomendará si se levanta o no la inmunidad. Luego, con base en esa sugerencia, la totalidad de los diputados, en el plenario, deben votar y tomar una decisión definitiva. Para ser aprobada, se requiere mayoría calificada, es decir, 38 votos, de 57 posibles.