Rodrigo Arias, presidente de la Asamblea Legislativa, reclamó este lunes al mandatario Rodrigo Chaves haber renunciado a su deber de enfrentar la crisis de inseguridad en su momento más crítico.
El diputado del Partido Liberación Nacional (PLN) dijo sentir desconcierto ante lo que considera una desconexión entre las declaraciones del mandatario sobre su tercer año de gestión y la realidad que vive el pueblo costarricense.
Según Arias, mientras el presidente se enfoca en sus “preocupantes ambiciones políticas”, la ciudadanía, afectada por la crisis social y económica, vive una situación de angustia y descontento.
“Hay disonancia, entre las voces satisfechas de Monterán (donde vive Chaves) y el murmullo de desconcierto de Purral”, resaltó el líder del Congreso.
El jerarca legislativo acusó a Chaves de mostrar indiferencia hacia los recortes en los programas sociales, a cambio de lograr éxitos en el ámbito macroeconómico. Por ello, lo señaló de preferir ser contador en lugar de gobernante.
Retiro de la mesa de seguridad
Arias reclamó al mandatario de haberse retirado de forma abrupta y desinteresada de la comisión integrada por los poderes Legislativo, Judicial y Ejecutivo, para acordar reformas legales urgentes que permitan hacer frente a la criminalidad.
“Usted abandonó este foro de forma estridente, manifestando que no tenía ningún interés en continuar y dijo una frase que pasará a la historia por su inaceptable negligencia: ‘Si saben contar, no cuenten conmigo‘”, expresó el diputado del Partido Liberación Nacional (PLN).
El presidente del Congreso lamentó que, pese a haber comenzado con voluntad de diálogo, el Ejecutivo se apartara del esfuerzo conjunto en un momento en que el país enfrenta una grave crisis por el avance de la narcoactividad.
Afirmó que, durante la actual administración, más de 2.500 personas han sido asesinadas, y advirtió que Costa Rica necesita con urgencia un liderazgo comprometido con la seguridad ciudadana.
Calificó la salida del Ejecutivo de la comisión tripartita como algo más que un simple retiro institucional; la describió como una renuncia al deber y un cierre deliberado a una de las pocas instancias de diálogo entre los poderes del Estado.
Recursos engavetados
El presidente del Congreso también reprochó que el Gobierno se negara, durante meses, a girar los fondos aprobados por la Asamblea Legislativa para fortalecer a las fuerzas de seguridad, y que solo lo hiciera tras el asesinato del subdirector del OIJ en Guápiles, Geiner Zamora, el 31 de enero.
Cuatro días después del crimen, el Poder Ejecutivo aceptó liberar los ¢9.308 millones aprobados en el Presupuesto Nacional 2025 para la creación de 328 nuevas plazas en el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y el Ministerio Público.
“Usted habrá desistido de su obligación con las y los costarricenses, pero nosotros no”, sostuvo Arias, al tiempo que destacó que el Congreso ha aprobado casi 40 leyes en materia de seguridad en lo que va del periodo legislativo, de las cuales solo dos han sido propuestas por el Poder Ejecutivo.
En su exposición, Chaves destacó que su gobierno está librando una batalla por la seguridad y la paz, “mientras el egoísmo y las rencillas políticas pasan una factura que el pueblo paga con las vidas de nuestros compatriotas y su intranquilidad”.
Cruzada contra la institucionalidad
Arias también acusó al mandatario Rodrigo Chaves de haber emprendido una “cruzada sistemática” contra el andamiaje institucional de la democracia costarricense.
Señaló que los ataques del Ejecutivo han sido dirigidos contra los principales órganos del Estado, incluyendo el Poder Judicial, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), la Contraloría General de la República (CGR) y la propia Asamblea Legislativa.
Arias también denunció que los embates del presidente se han extendido a los medios de comunicación, a organizaciones de la sociedad civil y a cualquier voz crítica que no le rinda pleitesía.
Chaves centró su discurso de rendición de cuentas en responsabilizar a los demás poderes de la República, a la Contraloría y a los mandos medios de las instituciones públicas por obstaculizar la concreción de las promesas de su campaña.
El gobernante alegó que “no hay que rescatar a las instituciones” y pidió apoyo a los costarricenses para alcanzar una representación de 38 diputados en la elección nacional del 2026.
Mencionó la necesidad de avanzar en reformas constitucionales y de modificar la estructura del gobierno, el Poder Judicial, el Congreso y todas las instituciones.
Reclamos en salud
Si bien Chaves aseguró que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) ha vuelto a “brillar”, Arias presentó otra visión sobre el deterioro del servicio que brinda esa institución.
Según el diputado verdiblanco, las listas de espera en el sistema de salud público dejaron de ser un problema inadmisible para convertirse en una crisis insoportable.
Resaltó que casi 300 mil costarricenses esperan más de un año para recibir atención de un especialista y que la demora no solo ha generado desesperación, sino que ha tenido consecuencias fatales: desde 2023, 5.793 personas han perdido la vida mientras esperaban ser atendidas, lo que equivale a más de siete muertes al día.
A esto suma el incremento alarmante de la mortalidad infantil, que en 2024 alcanzó los 10,3 fallecimientos por cada mil nacimientos, una cifra que no se veía en el país desde hace más de dos décadas.
En contraste, Chaves destacó lo siguiente en el campo de la salud: “Modernizamos hospitales, redujimos filas, recuperamos la esperanza. La salud volvió a ser un derecho real para todos”.
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Arias advirtió que el país transita peligrosamente hacia un camino de populismo autoritario, producto de la “ambición desmedida por el poder” de Chaves.
Subrayó que el populismo sigue un patrón ya conocido, donde el descrédito sistemático de las instituciones democráticas, la prensa y la intimidación de personas y empresas son solo el inicio. Este proceso, a su juicio, culmina inevitablemente en la concentración del poder, el crecimiento de la corrupción y la represión de las voces disidentes.