La Red Nacional Antitabaco (Renata) considera que el proyecto de ley sobre empaquetado estandarizado o neutro (N.º 22497), que incluye los productos de vapeo, es una solución efectiva para abordar la preocupación sobre los colores, diseños y el atractivo de las marcas que fomentan el consumo entre los jóvenes, inquietud reiterada por la doctora Mary Munive, ministra de Salud.
En Costa Rica, el auge del uso de cigarrillos electrónicos (vaporizadores o vapes) entre adolescentes y jóvenes es una preocupación creciente debido a sus implicaciones para la salud y su potencial para perpetuar la adicción a la nicotina.
Los casos de trastornos vinculados al vapeo han aumentado drásticamente: pasaron de 13 en 2021, a 78 en 2022, a 1.456 en 2023, y para finales del 2024, la cifra de trastornos vinculados al vapeo alcanzó los 3.500 casos.
Solo entre el año 2024 y principios de 2025 se reportaron 28 casos de intoxicaciones por vaporizadores en menores de edad, lo que refleja el fácil acceso a estos dispositivos, a pesar de que su venta está prohibida desde el año 2012 por la Ley 9028.
La mayoría de los casos de trastornos relacionados con el vapeo corresponden a jóvenes de entre 15 y 29 años, con un predominio del sexo masculino.
El vapeo en Costa Rica representa un problema creciente de salud pública, no solo entre los adolescentes, sino en adultos jóvenes. Las consecuencias incluyen trastornos respiratorios, intoxicaciones y riesgos para el desarrollo neurológico y pulmonar. Y es posible que los adolescentes y sus padres no se den cuenta de que la nicotina puede cambiar el funcionamiento y el desarrollo del cerebro, ahora y en el futuro.
Los vaporizadores son percibidos como una alternativa más saludable a los cigarrillos tradicionales, pero no lo son, ya que contienen nicotina (una sustancia altamente adictiva que puede afectar el desarrollo cerebral en adolescentes) además de otras sustancias cancerogénicas, inclusive sustancias presentes en el aerosol del dispositivo, que pueden respirar otras personas.
Es crucial implementar políticas efectivas –como la aprobación del proyecto de Ley N.º 22497– para reducir el acceso y la atracción de estos productos especialmente entre menores de edad, y reforzar las políticas públicas para proteger a las generaciones más jóvenes de la adicción a la nicotina.
Estudios recientes demuestran que el empaquetado neutro, al eliminar elementos de marca y colores llamativos, reduce significativamente el interés de los adolescentes por probar productos de vapeo, pues, aunque sean prohibidos para ellos, a través de medios indirectos están teniendo acceso.
Investigaciones realizadas en Inglaterra, Canadá y Estados Unidos revelan que los empaques estandarizados disminuyen la percepción positiva de estos productos en los jóvenes, quienes son influenciados por empaques diseñados para ser visualmente atractivos.
Regulaciones similares a las planteadas en el proyecto de Ley 22497 ya han demostrado que el empaquetado neutro ha sido efectivo en otros países para controlar el consumo juvenil y proteger la salud pública. Asimismo, este tipo de empaquetado incrementa la percepción de riesgo, al aumentar el tamaño de las advertencias sanitarias ya contenidas en los vaporizadores y otros productos de tabaco. También limita el etiquetado engañoso, lo que incrementa la intención de dejar de vapear entre consumidores actuales.
Implementar esta medida sería un paso crucial para reducir el acceso y la atracción hacia estos productos entre menores de edad e incluso en poblaciones mayores.
Nydia Amador Brenes es médica y salubrista; se desempeña como presidenta de la Red Nacional Antitabaco (Renata).
