El Ministerio de Cultura no ha logrado sacar adelante con éxito sus actividades culturales en lo que va de la actual administración, ya sea que se lleven a cabo en la ciudad capital o en las zonas rurales. ¿Qué pasa? ¿Por qué no logra cumplir con la tarea con un éxito deseable por lo menos?
Mi experiencia organizando actividades culturales masivas, en su momento desde la Dirección de Cultura de la Municipalidad de San José, me permite analizar por qué creo no ha obtenido el éxito esperado.
Una de las principales razones es la mala planificación de las actividades culturales. Todo parece indicar que las personas encargadas de ejecutar los programas no tienen conocimiento pleno de cómo deben planificarse dichas actividades, y ese conocimiento lo otorga única y exclusivamente la experiencia.
Para muestra un botón. Recordemos el fracaso del Festival Internacional de las Artes (FIA) del año pasado, una tragedia que culminó con la renuncia de la ministra, sus viceministros y los responsables directos de semejante fracaso.
Evidentemente, esos funcionarios no tenían la suficiente capacidad ni experiencia para organizar actividades masivas como el FIA, lo cual necesita una logística sumamente complicada y cuidadosa, hasta el más mínimo detalle.
Además, al tratarse de presupuestos públicos, debe tenerse un vasto conocimiento de la Ley de Contratación Administrativa, entre otros reglamentos y leyes de la Administración Pública, de lo cual carecían todos esos altos funcionarios.
Falta planificación. En ese sentido, el informe que la Contraloría General de la República publicó al respecto lo comprueba, al manifestar que “dicho festival se realizó sin planificación y no contó con cronogramas de trabajo, así como tampoco tuvo un presupuesto claro y definido para los programas del Centro de Producción Artística y Cultural (CPAC), cuya dependencia tiene entre sus metas la organización y realización de este festival”.
Ahora hay nuevas autoridades en el Ministerio de Cultura, pero tal parece que también padecen los mismos males que la administración precedente, en vista de que el programa Enamórate de tu Ciudad no ha dado los resultados esperados, en cuanto a la población beneficiada, la asistencia a esas actividades culturales, que fue mínima en la mayoría de las actividades, llegando al punto, incluso, de que la Municipalidad de Paraíso le retiró el apoyo aduciendo que el programa no llenaba sus expectativas.
El alcalde pensaba que iban a programar conciertos, pero las autoridades del Ministerio manifestaron que ese programa no era un festival, dado que el formato de Enamórate era pequeño.
Tal parece que no hubo el presupuesto suficiente para organizar una actividad de mayor envergadura; sin embargo, a pesar de todo, pudo haberse coordinado mejor, de tal forma que tuviera una mayor asistencia de espectadores. Fue más que evidente que las actividades presentadas no fueron del agrado de estos, además de la mala divulgación.
Concepto equivocado. Considero que el Ministerio, al cambiar los objetivos, equivocó el concepto de este programa, dado que ahora, según aduce, la idea es formar gestores culturales para que realicen sus propios Enamórate, para lo cual se impartirán talleres a los interesados, durante la actividad, pero tal parece que eso no sucedió en el recién finalizado Enamórate de tu Ciudad.
Los nuevos lineamientos de este programa buscan el desarrollo de las comunidades, en concordancia con el Plan Nacional de Desarrollo, para promover en los ciudadanos la idea de que deben apropiarse de los espacios públicos y hacerlos suyos, lo que me parece excelente, pero equivocaron el método para lograrlo.
El objetivo de toda actividad cultural es ofrecer una variada oferta artística y cultural, con múltiples actividades y no solo juegos tradicionales y algún grupo de payasos y nada más.
Las autoridades del Ministerio de Cultura manifiestan que no es un festival; sin embargo, como el nombre del programa lo indica, invita a enamorarse de la ciudad mediante su oferta artística, la cual debe ser variada y versátil, de lo contrario el efecto será a la inversa.
Si el deseo es enseñar la gestión cultural en las comunidades para apropiarse de los espacios públicos, debe, primeramente, convocarse a los interesados a los talleres para después poner en práctica lo aprendido, organizando en conjunto el Enamórate, con una buena oferta cultural. Pronto vendrá el Festival Nacional de las Artes, esperemos que no sea otro fiasco y logren el éxito esperado.
El autor es exdirector de Cultura de la Municipalidad de San José.