
Sé que estos meses pandémicos han sido muy duros para las familias costarricenses, pero aún no debemos abandonar la lucha contra la covid-19, y menos en este momento, cuando se cierne sobre el país la amenaza de la variante delta, la más contagiosa reportada hasta ahora.
Si bien es cierto que en Costa Rica nos hemos ido preparado para convivir con la covid-19, en lo personal, no puedo acostumbrarme a la pérdida de seres humanos a quienes esta enfermedad les ha apagado la vida y sus seres queridos todavía los lloran.
El comportamiento de la pandemia y esta amenaza no da tregua para relajarnos y, más bien, debemos mantener y reforzar las medidas de protección que a lo largo de estos 16 meses hemos aprendido para limitar la transmisión del virus SARS-CoV-2.
Debemos estar atentos y protegernos. La forma de hacerlo es intensificando las medidas escudo difundidas por doquier. No debemos atenernos a la vacunación, pues a pesar de los esfuerzos del país y de nuestros equipos, todavía no alcanzamos la inmunidad de rebaño para protegernos contra la infección que nos ha golpeado fuertemente. Recordemos que para alcanzar la inmunidad colectiva requerimos una cobertura de cuando menos el 80 % de la población.
Quisiéramos elevar la velocidad de la vacunación, y la institución posee equipos humanos en todo el territorio con una vasta y sobrada experiencia en procesos de inmunización, pues no es la primera vez que tienen que aplicar cientos de vacunas en un lapso muy corto. Así lo han hecho en diversas oportunidades contra el sarampión, la rubéola, la poliomielitis y, recientemente, contra los virus estacionales de la influenza.
En esta coyuntura, sin embargo, no avanzaremos como quisiéramos porque no tenemos vacunas suficientes para lograr el objetivo en forma más célere, pues el ritmo de vacunación lo imponen la producción mundial de vacunas y la llegada al país.
Debemos continuar cumpliendo los protocolos aprendidos en estos meses de pandemia: el adecuado lavado de manos, la distancia social de por los menos dos metros, evitar aglomeraciones, el buen uso de las mascarillas, estar en lugares ventilados, la desinfección de diferentes espacios y superficies, etc.
No queremos experimentar nuevamente las peripecias que pasamos en diciembre, mayo y junio, cuando nuestro sistema hospitalario estuvo a punto de la saturación a causa de la cantidad de pacientes afectados por el coronavirus.
Sé que estamos en vacaciones de medio período y que muchas personas salen de paseo a diferentes lugares del país. Por esta circunstancia, apelo nuevamente a la conciencia de ustedes para que mantengamos la lucha contra la covid-19.
Necesitamos reforzar la aplicación de todas las medidas higiénicas posibles. Únicamente de esta manera es posible atenuar el impacto de la variante delta y que podría generar una nueva ola pandémica.
El autor es gerente médico de la CCSS.