Hace más de 20 años, el sociólogo argentino Marcelo Bergman comenzó a ver que la inseguridad en varios países de América Latina crecía y él no encontraba respuestas claras y convincentes que explicaran las razones.
Había pocos datos y en los países la gente se interesaba en lo local. Su intuición profesional lo llevó a plantearse varias preguntas y comenzó un largo camino de investigación y recolección sistemática de información mediante 30 encuestas, incluida la población carcelaria, cientos de entrevistas y la colaboración con países y organizaciones internacionales.
En el 2018, publicó More Money, More Crime. El título El negocio del crimen es una traducción adaptada y actualizada, cuya intención es describir lo que ha ocurrido en los países de la región en las últimas dos décadas.
La tesis central es que el crimen se ha disparado porque ha sido instrumental para generar ingresos y ganancias para miles y millones de latinoamericanos. De modo que el libro desentraña cómo se produjo ese proceso y por qué hay diferencias en las intensidades y la magnitud de los delitos entre territorios.
Para Bergman, el estallido de violencia y temor al delito tiene grandes implicaciones sociales, económicas y políticas que están transformando el tejido social y la vida cotidiana de millones.
La delincuencia ha aumentado en los últimos 25 años y Latinoamérica se ha convertido en la zona más violenta del mundo.
El autor argumenta que el delito ha aumentado porque se convirtió en una empresa lucrativa para muchos ciudadanos, empresarios y funcionarios que cosecharon los beneficios de una creciente demanda de bienes abastecidos por redes criminales.
Las débiles instituciones estatales redujeron aún más su capacidad de disuadir el crimen, ya que las fuerzas policiales, los tribunales y las cárceles no se han adaptado adecuadamente a una gobernanza democrática eficiente. El incremento de la actividad criminal y el fracaso de las competencias de las instituciones para detenerla forjaron un círculo vicioso de la criminalidad y las débiles capacidades estatales.
Bergman promueve enfoques multidisciplinarios para el abordaje, analiza el fenómeno desde ópticas tan relevantes como el delito en América Latina, tendencias y magnitudes, la propagación de los mercados ilegales, el sistema de justicia penal y la disuasión, el delito en la pandemia y pospandemia.
De la lectura, concluyo que las incautaciones de droga y los anuncios semanales no tienen ningún efecto en la resolución de la problemática. Hay que entender el negocio para atacarlo eficazmente.
La autora es internacionalista.
