En relación con los intelectuales, Foucault contraponía el intelectual “universal” al “específico”. El primero es voz de una “conciencia universal”, crítica e insobornable, mientras que el segundo, el “sectorial” (dueño de un saber científico determinado), forma parte de un engranaje de poder que conoce y denuncia desde adentro. En entrevista con la BBC a propósito de Centroamérica Cuenta, Luis Chaves emitió una serie de ligerezas y lugares comunes que no deben pasar inadvertidos.
En primer lugar, desconocíamos la faceta de Chaves como “intelectual público”. No existen artículos de opinión suyos sobre temas nacionales o internacionales. Segundo, tuvo la oportunidad de hacer afirmaciones sustanciales y estimular el debate sobre la realidad nacional, de la que asegura estar muy preocupado, pero usó su vocería para soltar una seguidilla de lugares trillados y trivialidades anecdóticas, en los que se echa en falta todo esfuerzo de elaboración y sustento teórico. Por lo demás, Chaves no calza en ninguna de las categorías foucaultianas arriba mencionadas.
En primer término, hace la afirmación perezosa de que el presidente Chaves es similar a Trump, Bolsonaro o Bukele. Al quedarse en la superficie, se va en la finta de un parecido de familia discursivo, y obvia diferencias. Le achaca generar “desinformación”, pero tampoco ahonda, lo que convierte su propia opinión en una acabada pieza desinformativa.
Chaves-poeta habla para la progresía centroamericana que le aplaude, y busca extraer réditos de ese “nacionalismo masoquista” –como le llamaba Vargas Llosa– del que reditúan sectores culturales, inmolándose en el altar de la vergüenza por lo “malos”, ”racistas" e “insolidarios” que somos. Se trata de las mismas generalizaciones groseras que los “historiadores críticos” costarricenses vienen repitiendo desde hace 40 años. Chaves-poeta llega tarde, y lo dice mal.
Acto seguido, espeta que Chaves-presidente es “empleado del poder económico”, pero no dice de cuál poder; así, en abstracto, “el poder económico” es una abstracción tan escurridiza como “la racionalidad humana”. En realidad, todos pertenecemos a grupos de interés más o menos organizados, y donde hay intereses, hay poder y conflicto.
A tono con la pose autoflagelante con la que muchos “intelectuales” hacen carrera, señala que los costarricenses somos “xenófobos” y “traidores”. Minimiza el impacto de la inmigración sobre los servicios públicos, y sanciona que se trata del mismo discurso que en otros países, incurriendo en la falacia de darlo por “falso” solo porque a él le “suena” similar. No da datos. No elabora. Lanza meras consignas para endulzar oídos. Habría que recordarle a Chaves que, si la literatura es el terreno de las posibilidades infinitas, el de las políticas públicas y la economía es, muy por el contrario, el de la escasez y el planeamiento para la mejor asignación de los siempre limitados recursos.
Finalmente, y sin referirnos a su opinión fácil sobre la problemática salvadoreña, que él no conoce ni sufre, llama a los costarricenses “traidores” –ignorando la diferencia entre gobierno, Estado y sociedad civil–, cuando recuerda que Luis Alberto Monge condonó operaciones de “la Contra”; sin embargo, ni por asomo menciona que Óscar Arias, al gobierno siguiente, acabó con la presencia insurgente en territorio nacional, lo que le ganó enemistad con Washington. Por supuesto, quedarse en lo anecdótico le genera dividendos. Al final del día, Chaves pertenece a una generación literaria que ha hecho de la banalidad y la falta de compromiso su estética y marca.
Costa Rica es un país que ha sido históricamente solidario con sus vecinos, a pesar de las no infrecuentes hostilidades del gobierno nicaragüense, así como con los exiliados del Cono Sur, a quienes se les abrieron las puertas de par en par a su llegada. A ello, sumémosle la significativa recepción de colombianos y venezolanos que huyen del hambre, la dictadura y la guerra. De vuelta, nada que a Chaves-poeta le convenga mencionar.
IVAN.VILLALOBOSALPIZAR@ucr.ac.cr
Iván Villalobos Alpízar es catédrático de la Universidad de Costa Rica (UCR).
