
De los informes de la Contraloría General de la República, sobre el ranking de eficiencia de las municipalidades, destacan dos hechos relevantes. El primero, que hay ayuntamientos en el país que han hecho un encomiable esfuerzo en brindar servicios de calidad a los pueblos bajo su responsabilidad, y que, de paso, confirma que existe material humano en el país para servir desinteresadamente a sus conciudadanos.
El segundo hecho es que el régimen municipal, a nivel nacional, sigue impedido de desarrollarse plenamente, lo que hace necesario un inventario de acciones y compromisos, particularmente de los Partidos Políticos, en la mejora de la calidad de ese régimen.
Un ejemplo digno de ser mencionado, por haber alcanzado la mejor calificación consecutiva en los últimos años, es la Municipalidad de Belén, con especial mención a su actual Alcalde, el ingeniero Horacio Alvarado, y extensiva a la mayoría de los representantes de los partidos políticos locales, así como a los trabajadores de esa institución. Esta Municipalidad, un modelo nacional en gestión local, se destaca porque, en términos generales, demuestra que los intereses del cantón de Belén se han puesto primero antes que los intereses partidistas de algunos, como suele suceder a veces.
En efecto, en ese ayuntamiento las decisiones ejecutivas tienen la virtud de tomarse, mayoritariamente, por las recomendaciones técnicas y de conformidad con las tradiciones y los intereses de los belemitas. Ello ha contribuido a que en Belén, la mayoría de con tribuyentes asuma sus obligaciones a tiempo y las reporte verazmente, porque saben que los recursos pagados se invierten de forma eficiente y los resultados de los servicios recibidos son visibles y sirven eficazmente a la comunidad, lo cual es notado por los inversionistas.
Esto demuestra que la función de gestión de las municipalidades va más allá de la sana administración de los recursos públicos. Las que son responsables deben interiorizar que es indispensable el crecimiento económico para la generación de empleo, por lo que se debe impulsar la inversión privada en los cantones. Elcantón de Belén y su Alcalde así lo han comprendido, y hoy ese pequeño cantón se perfila como uno de los “gigantes”, no en tamaño geográfico, sino en visión de futuro, en logros.
Deficiencias. Curiosamente municipalidades grandes, como la de San José –a pesar de tener el presupuesto más grande del país y un alcalde que tiene cerca de veinte años en el poder– no ha podido aún instrumentalizar una política de sana ejecución financiera y de franco mejoramiento de los servicios a sus administrados. Ese mismo problema aqueja a la gran mayoría de municipios nacionales.
Este último hecho es revelador porque resalta la necesidad de adecuar políticas públicas que tengan un impacto directo y significativo en la gestión. Pero esas deficiencias, más que una responsabilidad de las comunidades, recae en los partidos políticos nacionales, que comúnmente dan muestras de ignorancia de las realidades locales.
Ello se demuestra en la calidad, o carencia de esta, de algunos de los candidatos a Alcalde y en el poco interés en los procesos municipales. Estos son errores que no permiten la formulación de políticas integrales de mediano y largo plazo, y que, en resumen, se convierten en pesados lastres que imposibilitan una acción municipal eficaz, en perjuicio de los ciudadanos.
Acciones. Es imperativo el establecimiento de acciones y de políticas que permitan implementar “mejores prácticas” a nivel municipal. Se proponen prioritariamente tres:
· Primero, las de gestión financiera. Esto es, eficiencia en la recaudación, administración y ejecución de los recursos.
· Segundo, el establecimiento de un plan anual de prioridades, que tenga consultas a cada comunidad sobre sus necesidades de corto, mediano y largo plazo, y programas cantonales de atracción de inversión y generación de empleo.
· Tercero, deben crearse verdaderos mecanismos de control del accionar municipal para evitar los clientelismos políticos, lo que incluye pero no se limita a procedimientos para el despido de los funcionarios municipales electos, cuando estos no cumplan cabalmente con sus funciones o favorezcan ciertas comunidades o grupos comunitarios frente a otros.
Existen otras acciones de importancia que deben ser realizadas, pero las mencionadas constituyen ejes de acción inmediata que deben tenerse en cuenta a la luz de las próximas elecciones municipales.
La mejor acción municipal, no obstante, demanda que los ciudadanos participemos activamente, colaboremos y exijamos, porque al final de cuentas, las municipalidades solas, sin una decidida participación comunitaria, seguirán adoleciendo de los crónicos problemas que con tanta regularidad se les señala.