
Me siento abrumado por toda la violencia que azota a mi país. Sin embargo, aunque golpeada, mi esperanza se mantiene y rehúso creer que el bello jardín que es Costa Rica sea lo que fuerzas oscuras me quieren hacer ver. Si bien parece que la esperanza muere ante la noticia de un acto de violencia más, siempre he creído que las crisis son oportunidades para crecer.
Hoy se celebra el Día Mundial de los Cuidados Paliativos y me alegra percibir que, cada año, este tema adquiere mayor relevancia. Esta conmemoración es una ocasión ideal para mostrar lo mejor que tenemos como sociedad.
La Fundación Partir con Dignidad tiene como objetivo dar luz a los miles de familias que día a día atienden con amor y compasión a sus seres queridos, sin el reconocimiento y el apoyo adecuados. Los valiosos esfuerzos que realiza nuestro querido sistema de salud logran solventar muchas de estas necesidades, pero son tantas que, simplemente, desbordan la voluntad abnegada y el amor desprendido de los profesionales a cargo. Si el resto de la sociedad no se involucra, muchos seguirán muriendo en sufrimiento.
La Fundación y Coopenae, con el apoyo de destacados aliados como la Universidad Santa Paula, está llevando adelante el Proyecto de Ciudades Compasivas. Esta iniciativa busca hacer florecer el sentimiento de la compasión en cada uno de nosotros.
Con la creación de un plan en conjunto entre la Fundación New Health, de España; la Fundación Partir con Dignidad, nuestros aliados y la comunidad, buscamos desarrollar actividades de sensibilización y capacitación en temas como los cuidados paliativos y la compasión, para generar así una comunidad que se aboque a acompañar con un abrazo, una palabra de aliento o una sonrisa a ese vecino que está viviendo una situación de sufrimiento.
Actualmente, estamos en proceso de la certificación de ocho cantones del país como “ciudades compasivas”. Luego de un trabajo de año y medio, los actores cantonales han logrado dimensionar las necesidades de su comunidad e iniciado actividades de sensibilización y capacitación a lo largo y ancho de su territorio.
En las últimas etapas del proyecto, buscamos dar solución a situaciones concretas de familias que han sido detectadas por los responsables encargados. Hemos entrevistado a familias en la intimidad de su hogar, y hemos sido testigos de las necesidades que padecen. Estas van desde síntomas no resueltos como falta de aire o dolor, cuidadores cansados y en soledad, hasta querer tener “un dinerito para poder comprar los ingredientes para hacer una lasaña”, y nos reflejan las diferentes oportunidades para mejorar la calidad de vida de estas familias.
Las autoridades municipales y las fuerzas vivas del cantón tienen ahora el reto de articular las acciones para brindar atención a estas necesidades que en el pasado no se han logrado subsanar.
Estamos abriendo trecho y esto nunca es fácil. Este proyecto es innovador. El mero hecho de hablar de temas como la muerte y la compasión ya es importante. El acto de visibilizar a esta población y reconocer que tiene necesidades distintas y urgentes es un paso en la dirección correcta y, por último, articular nuestra anquilosada institucionalidad para dar alivio a esas necesidades es un reto mayúsculo. Sin embargo, no me cabe duda de que el aceite que necesitamos para afinar la maquinaria comunitaria y ese combustible que nos impulsa a no claudicar tiene un nombre: se llama compasión.
El acompañar a un ser querido en sus últimos días es el mayor acto de amor que podemos dar como seres humanos. Debe ser reconocido y celebrado. Como sociedad, debemos acompañar a nuestros prójimos en esta tarea; cada gesto y cada acto son un rayo de esperanza para despertar de esta estela de oscuridad en que a veces nos vemos envueltos.
Es en este escenario donde, mediante la compasión, podemos ver lo mejor del ser humano. Yo apuesto a que todos en el fondo tenemos esa gracia y podemos brindar ese regalo de forma genuina y, finalmente, llegar a ser nuestra mejor versión como país. Todos estamos invitados.
jepicado@ccss.sa.cr
José Ernesto Picado Ovares es médico geriatra paliativista.
