Las nuevas tecnologías son vectores del cambio, no se detienen y evolucionan a una velocidad sorprendente. Un ordenador tiene capacidad para contener miles de millones de datos y se accede a ellos con motores de búsqueda que nos llevan de forma maravillosa a información masiva.
Corea y Estonia lo tienen claro y, por ello, lideran a escala mundial la estrategia de e-government, una iniciativa de transformación digital que contribuye esencialmente a mejorar la eficiencia gubernamental y garantizar la transparencia institucional mediante los distintos portales e íconos digitales que han logrado desarrollar e integrar con el propósito de satisfacer las necesidades de sus ciudadanos.
Ambas naciones han eliminado filas, lo cual les ahorra recursos y disminuye los tiempos de espera en trámites llevados a cabo en las oficinas públicas, con solo conectarse a una computadora o un teléfono inteligente.
Proyectos como la firma digital incorporada a la cédula de identidad, sistemas de ayuda social, controles de migración, servicios de asistencia pública en campos como la salud y la educación, así como portales de empleo y escáneres en puertos, aeropuertos y aduanas, son solo algunos de los ejemplos en los cuales los coreanos y estonios han conseguido poner en operación la construcción de redes definidas bajo un marco de interoperatividad, es decir, la interacción, la fluidez y la transferencia de los datos entre las instituciones, las empresas y los ciudadanos es exitosa.
Proyecto. Consciente de que el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación son un instrumento democrático de incalculable valor, el Estado costarricense ha incrementado sus presupuestos para la inversión en equipos, programas y sistemas computacionales; sin embargo, estas inversiones no han satisfecho a los ciudadanos porque las filas en las instituciones parecen ser interminables, los trámites son confusos y los tiempos angustiantes.
Aunado a lo anterior, la centralización obsesiva de varios entes públicos obliga a ciudadanos de las zonas rurales a trasladarse al Valle Central solo para obtener una firma o un documento.
En ese contexto, el 12 de diciembre pasado ingresó a la corriente legislativa el Proyecto de Ley de Creación de la Agencia Nacional de Gobierno Digital (expediente 21180), iniciativa que presenté y recibió el apoyo de todos los jefes de fracción.
El plan pretende la conformación de un órgano especializado en la investigación, el desarrollo y el uso de programas, sistemas y aplicaciones para coadyuvar en las gestiones que efectúa el ciudadano en las oficinas de Gobierno.
La transformación y modernización del Estado debe avanzar hacia la era de la digitalización, lo cual es impostergable. La iniciativa de un gobierno digital constituye una herramienta útil porque el fin es dar servicios desde cualquier lugar, las 24 horas del día, los 7 días de la semana, los 365 días del año mediante servicios en línea; es decir, una agencia que ofrezca portales interactivos instalables en las computadoras y los teléfonos inteligentes de los costarricenses.
De esta manera, cada ciudadano realizaría sus trámites en las instituciones públicas (Hacienda, AyA, Setena, MEP, CCSS, IMAS, municipalidades, entre otros). Solo de esta manera aseguraremos la eliminación de trabas administrativas, procedimientos innecesarios y duplicidad de funciones.
Resultados esperados. El ahorro hasta de $400 millones al año en inversiones tecnológicas que hace el Estado en todo el universo y archipiélago de instituciones, la disminución de la corrupción mediante la transparencia y la rendición de cuentas en tiempo real, el aumento de la competitividad mediante la disminución de la cultura del papel, el ahorro en las compras públicas equivalente al 2 % del PIB y la mejora en la calidad de vida del ciudadano a través de los servicios en línea que desaparecen las filas y el traslado de los usuarios, son solo algunos de los resultados esperados.
Un gobierno digital solo será exitoso aprobando una ley que le otorgue al Estado un marco jurídico de funcionamiento legal que garantice la supervivencia y trascienda toda administración.
Costa Rica demanda cada día más rigurosidad en las asignaciones presupuestarias en el empleo público, las compras del Estado, las transferencias monetarias y la recaudación.
Estos desafíos los afrontaríamos mejor utilizando la tecnología, unificando los sistemas de información y comunicación. La creación de la Agencia Nacional de Gobierno Digital es una iniciativa oportuna que contribuirá sistemáticamente a atender las recomendaciones de organismos internacionales como el Banco Mundial, el BID, la OCDE y el Fondo Monetario Internacional.
El gobierno cumplió su parte al convocar este expediente en el periodo de sesiones extraordinarias, su futuro está en la buena voluntad de los legisladores y en su determinación para contrarrestar las acciones de quienes se benefician de la situación actual y esperan que mejor nada cambie.
El autor es diputado.