
El fenómeno de un desatado y feroz populismo por el que estamos atravesando hoy no solo se observa en Costa Rica, como lo han estudiado y analizado muchos científicos políticos. Es una tendencia creciente en el mundo que ha revuelto la paz social en todas partes, y que está liderado por egos fuertes con un discurso descalificador con el que una buena parte de la gente se identifica, aunque nadie sepa en el fondo hacia dónde se dirige, pero que destruye todo a su paso.
Una mayoría silenciosa ve pasar las cosas como si no fuera con ellos.
En parte, a eso nos ha conducido una mentalidad egoísta, que convierte el “yo” en el centro de todo pero olvida las circunstancias, y aunque al final sean los más perjudicados, la manipulación convierte a quienes menos tienen en los fanáticos que aplauden al mandamás de turno, visto como aparente redentor de nadie sabe qué quiméricas luchas.
Vivimos en ese mundo masificado del que nos advertía ya hace casi un siglo Ortega y Gasset.
En el fondo, tal vez la Costa Rica mítica, que tanto costó construir y de la que nos sentíamos orgullosos, no sea tan distinta a las demás sociedades y estamos más cerca de equipararnos al resto del vecindario centroamericano del que hasta ahora nos distinguíamos por la funcionalidad de nuestras instituciones. La idea de concentrar el poder en un solo hombre nunca ha conducido a nada bueno.
Lo que debemos preguntarnos seriamente en febrero próximo, al ejercer nuestro derecho al voto, es si queremos retomar el camino corrigiendo errores, o estamos dispuestos a entregar nuestros derechos a un grupo de cabezas calientes que hasta ahora solo han destruido, pues nada han construido para el futuro.
Y aunque algunos abjuren del pasado, lo que está en juego no es ese pasado, es el futuro del país. Yo, de mi parte, sé claramente de qué lado de la historia estoy.
Como decía Lincoln basándose en la sabiduría bíblica: “Una casa dividida no puede mantenerse en pie”. Hay que unir a los costarricenses; no sembrar hoy odios que nos traerán tempestades mañana.
l_varela@hotmail.com
Luis Alberto Varela Quirós es diplomático.