En informaciones de medios se ha anunciado que, a partir de agosto del 2025, las farmacias en Costa Rica podrán vender productos a base de cannabis con receta médica. El cannabis medicinal se ha usado para tratar ansiedad, depresión, glaucoma, insomnio, epilepsia, enfermedad de Crohn, miastenia gravis, vómitos por quimioterapia, artritis, amenorrea, inflamación, dolor, pérdida del apetito y asma.
No existe evidencia científica que demuestre la eficacia del cannabis para curar o mejorar los síntomas mencionados anteriormente. Aunque hay reportes anecdóticos, estos carecen de respaldo científico. Es importante señalar que el uso de cannabis puede provocar crisis severas de ansiedad o depresión, especialmente en adolescentes, y puede actuar como una puerta de entrada a sustancias más potentes, como el alcohol, la cocaína, el LSD, el crack y la cocaína mezclada con fentanilo. Esta combinación es extremadamente peligrosa y puede conducir a la adicción, aumentando gradualmente las dosis necesarias.
Varios países y territorios han legalizado el uso de marihuana o LSD en centros controlados. Entre ellos se encuentran la Columbia Británica en Canadá, Uruguay, varios estados en Estados Unidos y Portugal. En Uruguay, para poner un ejemplo latinoamericano, las sustancias más consumidas son la pasta base de cocaína (77%), el alcohol (53%), la marihuana (48%) y la cocaína (23%). Esto significa que en Uruguay la cocaína ha superado el consumo de alcohol y marihuana, lo cual no es novedoso.
Los adolescentes suelen empezar con marihuana, después pasan al alcohol y finalmente a la cocaína. Los narcotraficantes frecuentemente sustituyen parte de la cocaína con fentanilo, ya que es más fácil de producir y más barato. Conozco familias que han perdido seres queridos por el uso de drogas. He tenido amigos que han fallecido por el uso indiscriminado de estas sustancias para “sentirse mejor”, y la mayoría han muerto por problemas cardiovasculares relacionados con las drogas.
A pesar de lo mencionado anteriormente, muchas personas creen que es solo un trago, un cigarro de marihuana o una línea de cocaína, sin saber que la adicción puede llevar fácilmente a problemas graves como accidentes, cárcel o incluso la muerte.
Entiendo que la ley ya fue aprobada en Costa Rica y que por ahora no se puede revertir, pero lo que sí se puede hacer es llevar un control sobre el uso de estas sustancias y los accidentes asociados con su consumo. Estoy seguro de que si estos datos se recopilan con cautela y seriedad, en cuestión de uno o dos años la ley podría revertirse. Ayudemos todos a evitar el uso de estas drogas en los adolescentes y en otros costarricenses, para así prevenir los problemas asociados con estas sustancias.
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Adriano Arguedas Mohs es pediatra infectólogo.
