Como parte de la modernización de la infraestructura vial herediana y nacional, se tomó la inaceptable decisión de demoler las bases del puente sobre el río Pirro.
El puente tiene relación con dos hechos históricos: el proceso de intervención vial nacional en la segunda administración del presidente de la República José María Castro Madriz y el preludio de la llegada del ferrocarril al Valle Central.
Posee, además, un ligamen cultural con la idiosincrasia herediana, ese heredianismo que definió el benemérito de la patria Luis Dobles Segreda y que plasmó en su libro Caña brava.
Aparte de este puente, en la misma administración, se construyeron dos más de piedra en Cartago y Alajuela, sobre los ríos Taras y Ciruelas, respectivamente.
A menos de cien metros hacia el oeste del puente sobre el río Pirro, hay otro de piedra para el paso del tren, levantado cuatro o cinco años después de la conclusión del primero, en agosto de 1867.
La demolición de las bases del puente sobre el río Pirro destruiría esta lectura histórica de cuatro íconos, referentes a la arquitectura prácticamente desaparecida de la segunda mitad del siglo XIX.
Creo que en todo el territorio no hay dos puentes a esta distancia sobre el mismo río y con los propósitos con que fueron construidos.
Por todo lo anterior y de conformidad con el artículo 89 de la Constitución Política, el Estado debe construir el nuevo paso sin derribar las bases del viejo puente.
Quienes defendemos la preservación de las bases históricas del puente sobre el río Pirro estamos totalmente de acuerdo con la ampliación, pero sin derruir lo antiguo.
El puente ha demostrado su resistencia en sus 157 años de existencia, incluidas las fuertes estaciones lluviosas.
Por todo lo argumentado, las bases y también el puente del ferrocarril deben declararse patrimonio histórico-arquitectónico. De constatarse que los que se encuentran sobre los ríos Taras y Ciruelas son los originales, también deben protegerse legalmente.
No podríamos vanagloriarnos como país mostrando un progreso en la infraestructura si se cometiera un crimen histórico para lograrlo. Sería un retroceso cultural que en nada engrandece la obra.
El autor es empresario.