Editorial

Editorial: Nuevo rescate de Japdeva

Cualquier otra empresa habría quebrado, pero no Japdeva. Junto a su certero diagnóstico del sindicato como «enemigo» de la entidad, el presidente anunció otro paquete de ayuda. La pregunta es si los ¢6.000 millones adicionales garantizan el fin de la sangría o si irán en beneficio del «enemigo», con posibilidad de nuevas peticiones de ayuda en años venideros

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El presidente Carlos Alvarado calificó al Sindicato de Trabajadores de Japdeva (Sintrajap) como el peor enemigo de la institución. La afirmación no admite debate para quienes han seguido el desarrollo de los acontecimientos en la entidad, pero la justicia del presupuesto enviado a la Asamblea Legislativa con un nuevo plan de rescate resulta menos obvia.








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