Durante las dos décadas de mi vida, he podido aprender mucho del lugar de donde soy, Limón, de la gente que me ha visto crecer y de la cultura que me ha marcado.
Agradezco tener una familia que nunca escatimó esfuerzos para darnos, a mí y a mis hermanos, la oportunidad de estudiar, pues gracias a ellos tengo la oportunidad de formar parte de la educación superior en la Universidad de Costa Rica; sin embargo, no todos corren con la misma suerte.
Digo suerte, porque, aunque hay personas muy capaces y esforzadas, no todas consiguen vencer una prueba de aptitud académica por falta de destrezas lógico-matemáticas.
Del mismo modo, no todas consiguen un empleo porque no dominan un segundo idioma o debido a su desconocimiento de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
Cuando menciono estas carencias, no lo hago solo por experiencia personal. Una de las pruebas más contundentes (y recientes) son los resultados de las pruebas de dominio lingüístico del Ministerio de Educación Pública (MEP).
En las provincias costeras, el porcentaje de egresados de colegios que tienen un dominio intermedio o avanzado de inglés son la mitad que en el resto del país. Sin embargo, no somos “los pobrecitos” ni los analfabetos, tampoco buscamos que las cosas nos caigan del cielo.
Somos personas que nos esforzamos, y espero que el próximo gobierno sepa corresponder a ese esfuerzo y propicie las condiciones para tener oportunidades equiparables a las del resto del país.
El asistencialismo puede ser útil; sin embargo, para que un pueblo avance y crezca, son necesarias condiciones adecuadas para ello. Durante estos últimos años, he sido testigo de cómo diversas ofertas educativas llegan a la provincia (como un nuevo centro académico del Tec o reformas en la sede del INA), solo falta que los habitantes locales tengan las herramientas requeridas para aprovecharlas.
Yo espero —como muchos de mis coterráneos en la misma condición— que la persona que tenga el honor de portar la banda presidencial a partir del próximo 8 de mayo, así como quienes ocupen las 57 curules en Cuesta de Moras, se comprometan a cambiar las condiciones de los pueblos costeros: estudiantes, pescadores, campesinos, trabajadores de las bananeras y demás personas se lo pedimos, por favor.
Estudiante de Comunicación en la UCR.