El próximo año será designada la persona que sustituirá a António Guterres en la Secretaría General del más importante organismo multilateral: las Naciones Unidas, creado para el resguardo de la paz y seguridad internacional y para promover el desarrollo económico y social.
He de confesar que, las veces que he tenido la oportunidad de visitar su sede, me genera tristeza ver los retratos de todos los que han ocupado ese cargo; sin duda, brillantes personalidades, pero todas masculinas. Tuve la esperanza de un cambio hace ocho años, cuando participaron excelentes candidatas, destacadas por sus carreras profesionales y contribuciones. Sin embargo, no se logró.
En esta oportunidad, tenemos no solo la opción de una mujer, sino, además, de una costarricense: Rebeca Grynspan. El gobierno acertadamente la nominó candidata, no replicando el error cometido cuando Elizabeth Odio llegó, con el apoyo de Panamá, a la Corte Penal Internacional.
Los vientos corren a favor en dos sentidos: existe una norma no escrita de rotación que se ha respetado, y le corresponde a América Latina y el Caribe, y hay una mayor conciencia de cumplir con esa deuda histórica de romper con otro techo de cristal y que sea una mujer quien ocupe por primera vez ese puesto.
Rebeca Grynspan es una candidata fuerte, con experiencia amplia en gobiernos costarricenses y en cargos internacionales, y combina algo que hace destacar a los economistas: el manejo combinado de lo económico con lo social.
Fue directora subregional de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), directora regional para el hemisferio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), jerarca de la Secretaría General Iberoamericana y secretaria general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), donde se mantiene.
Llegar, sin embargo, requerirá de una diplomacia de alto nivel, pues debe pasar por el filtro de conseguir la recomendación de nueve miembros del Consejo de Seguridad, cinco de los cuales deben ser los miembros permanentes (Estados Unidos, China, Reino Unido, Francia y Rusia) en un contexto de una creciente multipolaridad, polarización y muy compleja geopolítica.
Talento le sobra y sería un orgullo para todos los costarricenses, ¡ojalá lo logre!
nmarin@alvarezymarin.com
Nuria Marín Raventós es politóloga.
