Recientemente, se publicó que el Liceo Experimental Bilingüe José Figueres Ferrer había logrado el puesto número 1 de admisión en el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC), pues el 75% de sus graduandos obtuvieron la posibilidad de ingreso a esta universidad. El TEC es, quizá, el que les presenta a los estudiantes las mayores dificultades de admisión por su bajo número de cupos y su reconocida excelencia en las áreas STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemática, siglas en inglés), muy apetecidas por el mercado.
Mi reconocimiento al director, Gerardo Montero, a su cuerpo docente, al Hospicio de Huérfanos de Cartago (regentes), y a los padres y madres de familia que hacen el esfuerzo de pagar ¢60.000 mensuales para que sus hijos obtengan una educación de calidad.
¿Y cuál es el secreto de esta institución que, sin duda, deben emular otras entidades?
En primer término, la posibilidad de escoger el personal docente que paga el MEP, lo que seguramente les permite seleccionar a los mejores, exigir resultados y eliminar cargas administrativas que en nada benefician el proceso educativo. Esa es la fórmula de Finlandia, país que siempre destaca en los primeros lugares del mundo por su excelente nivel de educación, y para muestra, los resultados de las pruebas PISA.
Una mentalidad ganadora, que usa los contenidos del MEP como piso, pero que aspira a subir “la barra” a mayor calidad y exigencia, y un énfasis en Matemática desde sétimo año, para lo cual usan sus propios libros.
Al terminar quinto año, los jóvenes salen certificados en inglés B2 y C1, el nivel exigido por el mercado laboral. Esto lo logran dándoles cursos de nivelación a los de bases más débiles.
El Liceo posee un enfoque integral, que incluye deportes, artes y robótica, y brinda la oportunidad de cursar el Bachillerato Internacional. Por ello, no sorprende que sus cifras de deserción sean bajas.
Tuvimos una ministra que se vanagloriaba de no querer divulgar su Ruta de la Educación. Personalmente, dudo que existiera. Pero queda claro que no hay que ir muy lejos para impartir educación de calidad. Sigamos modelos como el de este centro educativo o el de los colegios científicos (públicos y semipúblicos) e incorporemos sus buenas prácticas. Esa es mi propuesta de Ruta de la Educación.
nmarin@alvarezymarin.com
Nuria Marín Raventós es politóloga.