Con el pasar del tiempo, cambian las propuestas de quienes aspiran a la presidencia con respecto a las mujeres. Pasamos de la escasez de interés a un interés repentino que les imposibilita dejar de mencionar a las mujeres en el discurso, pero sigue siendo una verborrea, promesas vacías.
Propuestas de reducción de la violencia contra la mujer, apoyo a mujeres en condición de pobreza, entre otras. Por desgracia, esas declaraciones se quedan en los debates, mientras la problemática que enfrentan las mujeres continúa.
Espero un nuevo gobierno, sin importar quién gane la presidencia, que busque soluciones no solo para los problemas inmediatos, sino para la raíz de estos. Espero un gobierno que proponga, financie, ejecute y evalúe políticas con perspectiva de género.
Oímos hablar de generación de empleo y apoyo a emprendimientos para las mujeres, pero esas propuestas las mencionan como “vamos a crear empleos, solo deben tomarlos”; sin embargo, las mujeres las escuchan como “van a crear empleos, pero no van a eliminar las barreras que les impiden tomarlos”.
Un gobierno con perspectiva de género es un gobierno capaz de crear trabajos de calidad y de apoyar emprendimientos dirigidos por mujeres empresarias, luego de entender y resolver las barreras a las que se enfrentan.
Según un estudio de Incae Business School, llevado a cabo en el 2017, el 27,8% de las mujeres ha sufrido algún tipo de discriminación de género al hacer negocios. Hablo de inequidad salarial, sesgos que imperan en los lugares de trabajo, sobrecarga de tareas no remuneradas en los hogares, violencia intrafamiliar, entre muchos otros problemas.
Es evidente: ¡A las mujeres les cuesta aún más alcanzar la independencia y estabilidad económica! Muchas personas pensarán que soñar con soluciones con perspectiva de género no es lo que el país necesita en este momento de crisis y que todas las personas están sufriendo de la misma manera, independientemente de si son hombres o mujeres, si son de zonas rurales o no, si tienen alguna discapacidad o no, si son personas indígenas, afrodescendientes, migrantes o no.
Creo que un gobierno que ignore las desigualdades, es un gobierno que siempre intentará esconderlas en lugar de reducirlas. Por esto, espero un nuevo gobierno, en el cual las promesas se transformen en acciones y cuenten con la disposición necesaria para avanzar y actuar en nombre de la igualdad y seguridad de los habitantes.
La autora es estudiante de Comunicación en la UCR.