Columnistas

Aprender de la historia

Si la poderosa China se equivocó y desmoronó sus propias fortalezas, ¿no estamos expuestos a hacer lo mismo?

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No es la primera vez en la historia que China es una potencia económica mundial. Acemoglu y Robinson, premios Nóbel de Economía, estiman que hace unos seiscientos años representaba cerca de una cuarta parte de la producción global. Su imperio mantenía una activa red de rutas comerciales que lo enlazaban con el sudeste asiático, el Medio Oriente y África. Acostumbrados a pensar a Europa como el centro del mundo, cuesta aceptar que el verdadero epicentro estaba en otro lado.








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