El fiasco de la comisión legislativa que debía investigar la penetración del crimen organizado en la zona sur deja un mar de sospechas y constituye un triunfo para los narcotraficantes, partidos y políticos salpicados por los escándalos.
Tras la decisión de los diputados de sepultar la investigación, en una votación de seis contra uno, es evidente su renuncia a poner en claro hasta dónde llegan las conexiones del narcotráfico con municipalidades y políticos.
Lo sucedido en la comisión es un descrédito para el Congreso porque cuando la conformó, el 15 de abril, dio esperanza de que iba a hurgar en las relaciones narco-políticas, con el fin de que los próximos diputados presentaran las reformas necesarias para cerrarles portillos.
Fue un alegrón de burro, y hay dos factores influyentes. Por un lado, algunos legisladores recurrieron estratégicamente a la técnica de montar un circo. Así, con el «show», distrajeron al panel del meollo y se enfocaron en pleitos e insultos. Está clarísimo que a ningún partido le conviene ser protagonista ni situarse bajo las luces de los electores en plena campaña.
Otro factor que contribuyó al entierro de la investigación fue la renuncia a dilucidar cómo y por qué tres sospechosos de lavar hasta $20 millones consiguieron entrar al Congreso como dueños de su casa, al punto que registraron visitas a seis legisladores actuales y 13 reuniones con el diputado Óscar Cascante del PUSC.
Nunca antes, al menos conocido oficialmente, sospechosos de lavado de dinero proveniente del narcotráfico habían puesto tantas veces sus pies en oficinas de diputados. Eso, políticamente, quedará en la impunidad, porque prima el interés legislativo por pasar la página.
Los electores debemos abrir los ojos de cara a la decisión del voto en los comicios del 6 de febrero. Resulta prioritario que conminemos a los partidos políticos y sus candidatos a comprometerse, por escrito, a combatir frontalmente la penetración del narcotráfico en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial; y también en municipalidades y partidos políticos.
El fiasco de la dizque comisión para investigar el narcotráfico merece aplausos para los narcotraficantes. Ganaron la partida sin mayor esfuerzo.
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