Estimados señores de la Dirección General de Tránsito del MOPT: Dado el grave colapso vial que impera en todo Costa Rica, se hace necesaria su renuncia y la de todos sus asesores. Nuestra patria no puede seguir en manos de inexpertos; denle lugar a los que sí saben. Gran favor le harían a la patria. Necesitamos más oficiales de tránsito, más semáforos y mano dura para sacar de circulación todos los vehículos que no pasen la revisión técnica vehicular. ¡Pero ya!
José Luis Jop Gazel, San Rafael de Alajuela
El precio de la libertad
La libertad no es un bien gratuito; hay que trabajar por ella, día con día. Si bien es cierto que en nuestra independencia no se derramó una gota de sangre, la historia patria da cuenta de episodios en que fue necesario recurrir a las vías de hecho. Por ejemplo, durante el gobierno autoritario y represivo de los hermanos Federico y Joaquín Tinoco en 1917.
Valga relatar el protagonismo que tuvieron entonces los hermanos Alfredo y Jorge Volio Jiménez, por un lado, y Carlos y Mario Sancho Jiménez, por otro. Todos, hijos de agricultores y amantes del campo, primos hermanos entre sí y nacidos en Cartago a finales del siglo XIX. Alfredo, abogado, rico hacendado, diputado y ministro, fue designado jefe de la revolución. Cuando se disponía invadir el país desde Nicaragua contrajo la fiebre amarilla y murió en brazos de su hermano Jorge; este, sacerdote, orador fulminante y escritor sin tapujos, con más ardor luchó heroicamente hasta el final de la contienda.
Carlos, austero agricultor, quien tras un fallido golpe fue perseguido por las huestes de los Tinoco cuando huía hacia Panamá con el periodista Rogelio Fernández Güell y otros tres compañeros, fue asesinado a sangre fría junto con ellos. Mario, profesor y escritor liberal de fina pluma, se unió a los revolucionarios como cronista y redactor de proclamas. Vidas paralelas unidas por un mismo ideal: la lucha por la libertad de su patria.
Carlos Jiménez Volio, San Pedro de Montes de Oca
Moravia a secas
Deseo externar la molestia de una inmensa mayoría de habitantes del cantón de Moravia, debido a las reiteradas suspensiones de agua que antojadizamente aplica el AyA en diversos barrios de esta comunidad. Pese a que tiempo atrás publicaban en la página del AyA y en redes sociales el día y horas en que se aplicaría una suspensión, ahora simplemente optan por ir disminuyendo el caudal en las tuberías hasta interrumpir el servicio por completo.
Por ejemplo, los días jueves 18 y sábado 20 de setiembre, sin previo aviso suspendieron el servicio por diez horas el primer día y por siete el segundo. Considero que al menos deberían sujetarse a las suspensiones programadas y si surgiera la necesidad de hacer un corte repentino, que al menos informen de ello con antelación para tomar las previsiones del caso.
Rolando Corrales Orozco, Moravia
Ebáis de barrio México
En el Ebáis de barrio México tenemos muchos problemas con la atención de Farmacia: no hay una fila preferencial para adultos mayores, mujeres embarazadas ni discapacitados, y solo tienen una sola ventanilla para recibir recetas y entregar medicamentos. Tampoco hay sillas para los que esperamos; toca estar de pie una hora o más.
Yo tengo 84 años y problemas de cadera. Por favor, ayúdennos al menos con asientos y más personal.
Rafael Zamora Bonilla, barrio Claret de barrio México
Gracias dobles
Recientemente, requerí de los servicios de Dekra y de la Clínica de Barva de Heredia. Ambas instituciones son un ejemplo de que las cosas se pueden hacer con excelencia: instalaciones de primera y un servicio amable, eficiente y profesional, desde el guarda que da la bienvenida hasta la última persona en atender. Mi más sincero agradecimiento y felicitación a ambas entidades y a su personal. Gracias por hacer patria.
Henry Vinicio Valerio Madriz, Atenas
Ambulancia nunca llegó
El viernes 19 de setiembre, a las 2:10 de la tarde, se requirió de urgencia un servicio de ambulancia en el salón BCrew, en Cipreses de Curridabat. Esto, porque había una persona descompuesta que no respondía; tenía la respiración cortada y sudaba.
Yo salí del salón a las 3:45 p. m. y la ambulancia aún no había llegado. El paciente debió ser llevado en auto particular al hospital, donde lo estabilizaron. De haberse seguido esperando la ambulancia, hoy su familia lo estaría llorando.
María E. Lizano, Guayabos de Curridabat
Gracias dobles
Recientemente, requerí de los servicios de Dekra y de la Clínica de Barva de Heredia. Ambas instituciones son un ejemplo de que las cosas se pueden hacer con excelencia: instalaciones de primera y un servicio amable, eficiente y profesional, desde el guarda que da la bienvenida hasta la última persona en atender. Mi más sincero agradecimiento y felicitación a ambas entidades y a su personal.
Henry Vinicio Valerio Madriz, Atenas
