Muchísimos costarricenses valoramos la importancia de contar con una CCSS actualizada, solidaria y eficiente. Sin embargo, la Caja atraviesa momentos difíciles. Sufre una constante fuga de especialistas, atraídos por los hospitales privados. Y, de igual forma, muchos pacientes optan por los servicios médicos privados, por los cuales terminan pagando montos excesivos.
Mi punto es que, con una nueva visión administrativa y económica, la CCSS podría reactivar las secciones de “pensión”, que durante muchos años representaron una excelente fuente de ingresos. Esto permitiría ofrecer una atención con mayor comodidad, similar a la privada, pero a un precio accesible, y se atraería a un segmento de pacientes que hoy se ve obligado a buscar alternativas fuera de la institución.
También es común que, cuando los gastos de la atención privada amenazan el patrimonio de las familias, estas terminen recurriendo a “san Caja” en busca de auxilio, sin que esto represente ningún ingreso para la entidad.
Y… ¿por qué no? La administración de la CCSS podría incluso coordinar con seguros privados para cubrir internamientos y cirugías dentro de sus hospitales.
Amalia Montero Mejía, Escazú
Vergonzoso
“Regálemela y se la devuelvo cuando se gradúe de la universidad”. Me causa escalofríos, vergüenza, pena ajena, tristeza y mucho dolor que el “señor presidente” –así, con minúscula, porque no merece mi respeto– diga semejante barbaridad de una niña en un acto público.
El dolor que se vive en el país por las agresiones a los niños y las niñas es demasiado y en nada ayuda este señor con semejantes manifestaciones. Espero una reacción del PANI ante tan vergonzoso hecho.
Jetty Gamboa Umaña, Calle Blancos
BAC y el suplicio
El día 16 de julio, el cajero de BAC Credomatic en el edificio diagonal a la catedral metropolitana me volvió a retener una alta suma de dinero para alguien que depende de su trabajo y pasa muchas horas laborando para recibir un salario. Sin embargo, después no puede disfrutar completamente de ese sueldo porque un cajero se lo retiene y gestionar el reintegro es un suplicio.
Es la segunda vez que me pasa esto en cinco meses. Debo decir que el servicio al cliente, la respuesta a las gestiones del cliente y la satisfacción al cliente quedaron en el pasado. Ahora, cualquier trámite presencial es un verdadero dolor de cabeza, una pérdida de tiempo, un gasto vano de pasajes. La atención es deficiente y lenta en todo sentido, lo pasan a uno de un lugar a otro, le piden explicaciones pero no resuelven.
Espero, de verdad, la devolución de mi dinero, que no es del banco y que un aparato electrónico me quitó.
Erick Gómez Torres, Hatillo 1
Cartas por WhatsApp
Estimados lectores: recibimos cartas a la columna también por WhatsApp. El número es 6135-0204. Por favor, anoten al pie de su texto, en un mismo mensaje, su nombre completo y lugar de residencia. No publicamos textos si la redacción está enteramente en mayúsculas, tampoco si contienen comentarios ofensivos o lenguaje soez, ni si se sustentan en noticias falsas. La Nación se reserva el derecho de publicación y edición.
Artículos de opinión
Para enviar un artículo de opinión a la sección “Foro”, el texto no debe sobrepasar los 4.500 caracteres con espacios, debe estar bien escrito y ser conciso. Además, es necesario adjuntar una copia de la cédula por ambos lados e indicar su profesión u oficio.
El texto debe enviarse al correo foro@nacion.com en un documento de Word u otro formato editable y debe ser exclusivo para La Nación.
