Cartas

Cementerio de animales rehúsa entregar cenizas de mascota

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En uno de los momentos más dolorosos de mi vida, entregué los restos de mi mascota Nelita al Jardín Cementerio de Animales, en Cartago, al que pagamos por el “privilegio” de depositar a nuestros mejores amigos en su lote. En cuatro años, no he podido colocar una ofrenda en la tumba de Nelita porque el propietario no me lo permite. Por eso, decidí exhumar a mi perrita, pero no satisfecho con lo pagado, incluso por una fosa que no utilizaré, porque la mascota fue incinerada, me cobra otros ¢100.000 por “escarbar” los restos de mi perrita, que él alega que ya no existen. No estoy dispuesta a satisfacer la codicia de este individuo, pero con su proceder me despoja de Nelita, así como ya nos despojó de la placa, pues reclama que le pertenece.








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