
En adultos mayores, los olvidos no son normales. Conocer los cambios habituales y las señales de alerta, además de adoptar hábitos saludables, puede proteger la memoria y mejorar la calidad de vida en la vejez. Es por eso que una especialista en Geriatría brinda una guía práctica al respecto.
Lo que debe saber
- Olvidos frecuentes que afectan la vida diaria deben ser motivo de consulta médica.
- Mantener un estilo de vida saludable (ejercicio, alimentación balanceada, sueño adecuado y vida social activa) protege la salud cerebral.
- La estimulación cognitiva y hábitos diarios fortalecen la memoria y reducen el riesgo de deterioro cognitivo.
Con el paso de los años ocurren cambios naturales en la memoria: puede tomar un poco más de tiempo concentrarse o realizar varias tareas al mismo tiempo. Sin embargo, estos cambios son leves y no deberían interferir con la vida diaria.
Por otro lado, signos como desorientarse en lugares conocidos o cambios de personalidad acompañados de pérdida de memoria no son normales y requieren la atención de un especialista en Geriatría.
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Ante este panorama, Grethel Alfaro Campos, especialista en Geriatría de la Clínica Pro Age y parte de la red médica Medismart, explica cómo detectar a tiempo estas señales de alerta y de esa forma prevenir complicaciones y mantener la autonomía del adulto mayor.
Principales signos de alerta
- Olvidos que afectan la vida diaria: no recordar pagar cuentas, cocinar, manejar con seguridad.
- Repetir las mismas preguntas o historias varias veces.
- Desorientarse en lugares conocidos.
- Dificultad para reconocer familiares o amigos.
- Cambios de personalidad, ánimo o conducta acompañados de pérdida de memoria.
“No tiene porque olvidarse cosas, no es normal para ninguna persona, por lo que los olvidos deben de ser un motivo de consulta a Geriatría“, añadió Campos.
Estilos de vida que protegen la memoria
- Ejercicio físico regular: aeróbico y de fuerza.
- Sueño de calidad: 7–8 horas por noche.
- Alimentación balanceada: estilo mediterráneo o de la milpa, rica en frutas, verduras, pescado, aceite de oliva y frutos secos.
- Estimulación cognitiva: leer, aprender algo nuevo, juegos de mesa, tecnología.
- Vida social activa (mantener contacto diario con familiares y amigos).
- Control de enfermedades crónicas: hipertensión, diabetes, colesterol.
Memoria, alimentación y actividad física
La especialista menciona que una combinación entre alimentación y el ejercicio adecuado potencian la salud cerebral, reducen la inflamación y mejoran el ánimo. Tome en cuenta los siguientes consejos:
- Alimentación: aumentar el consumo de omega-3, antioxidantes (vitamina C, E), polifenoles (frutas rojas, té verde, cacao), ya que ayudan a proteger las neuronas.
- Actividad física: caminar y ejercitarse (siempre con los movimientos adecuados para el adulto mayor), mejora el riego sanguíneo cerebral, estimula la neuroplasticidad y reduce el riesgo de demencia.

Tips prácticos para familiares: ¿cómo estimular la memoria del adulto mayor?
- Involucrar al adulto en conversaciones y decisiones.
- Motivar la participación en actividades sociales.
- Hacer rutinas claras y calendarios visibles.
- Implementar juegos de memoria en familia.
- Usar fotos, música o recuerdos significativos para estimular.
- Ser pacientes y acompañar con respeto, evitando correcciones bruscas.
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¿Cómo mantener la mente activa?
- Leer, escribir, resolver crucigramas, aprender un idioma o instrumento.
- Conversar diariamente y mantener contacto social.
- Practicar actividad física regular.
- Mantener buena hidratación y alimentación saludable.
- Dormir entre 7 y 8 horas por noche.
- Mantener control médico regular.
- Practicar técnicas de relajación de acuerdo con la preferencia del adulto mayor: meditación, respiración, oración.
Mitos frecuentes sobre memoria y envejecimiento
- Mito: “Todos los adultos mayores desarrollan Alzheimer”. Realidad: No, el envejecimiento normal no implica demencia.
- Mito: “La pérdida de memoria es irreversible siempre”. Realidad: Algunas causas son tratables (déficit de vitamina B12, depresión, medicamentos).
- Mito: “Ejercitar la memoria no sirve”. Realidad: La estimulación cognitiva fortalece la reserva cerebral.
- Mito: “Si un familiar tuvo Alzheimer, es seguro que yo lo tendré”. Realidad:El riesgo aumenta, pero el estilo de vida es clave.