
La radiología es esencial para diagnosticar enfermedades y guiar tratamientos, pero todavía genera temores sobre la radiación. En el Día Mundial de la Radiología, una especialista explica cuáles estudios la utilizan, qué precauciones tener y por qué los equipos actuales son seguros.
Lo que debe saber:
- No todos los estudios radiológicos usan radiación: la resonancia magnética y el ultrasonido no la emplean.
- Las dosis que se utilizan hoy son muy bajas y se limitan solo a la zona del cuerpo que se necesita examinar.
- Todo estudio debe estar justificado médicamente para que el beneficio sea mayor que el riesgo.
¿Qué es la radiología y para qué se utiliza?
Yara Jiménez, gerente de operaciones en Radiología de CENRAD, parte de la red médica Medismart, explica que la radiología consiste en usar distintas modalidades para obtener imágenes del cuerpo, y de esa forma, ver órganos y estructuras internas.
Se utiliza tanto para diagnosticar enfermedades como para realizar controles de rutina o descartar lesiones, sin necesidad de procedimientos invasivos.
“Puede ser para diagnosticar pacientes por alguna patología como cáncer, o porque el paciente tiene algún dolor o una sintomatología y en ese caso no sabemos qué es lo que está pasando y entonces los usamos para guiarnos y buscar qué es lo que tiene”, agregó Jiménez.
¿Qué tipos de estudios existen?
Entre las modalidades más comunes están:
- Ultrasonido.
- Resonancia magnética.
- Tomografía.
- Radiografía.
- Mamografía.
Aunque actualmente uno de los temores en la población es la exposición a la radiación, Jiménez detalla que no en todos los estudio se utiliza, y en los que sí, en realidad las dosis empleadas son muy bajas.
“Tenemos ultrasonidos donde no tenemos radiación, tenemos la resonancia magnética, que tampoco utiliza radiación”, detalló, a la vez que mencionó que todas las personas están expuestas a radiación en la vida cotidiana.
De hecho, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la radiación es un fenómeno que está presente en el medio ambiente y que se propaga en forma de ondas o partículas y puede tener aplicaciones en la medicina, la industria, la agricultura, la ganadería y la investigación, así como en la generación de energía electronuclear.

Precauciones antes de cualquier examen
- Informe si está embarazada o sospecha estarlo. Es fundamental comunicarlo antes del examen para evitar exponer al feto a radiación.
- Avise si tiene implantes metálicos, marcapasos o cirugías previas. Estos pueden interferir con algunos tipos de estudio, como la resonancia magnética.
- Siga las indicaciones del personal técnico. Dependiendo del examen, puede ser necesario quitarse joyas, prótesis removibles o acudir en ayunas.
- No se realice estudios sin indicación médica. Toda prueba radiológica debe estar justificada por un profesional para que el beneficio supere el riesgo.
- Evite repetir estudios innecesariamente. Si ya tiene imágenes recientes, compártalas con su médico para evitar exposiciones adicionales.
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En cuanto al tiempo de entrega de los resultados, la especialista explica que la toma de imágenes es rápida: una tomografía tarda entre 8 y 10 segundos, y una radiografía apenas un segundo.
El informe médico puede tardar alrededor de 24 horas, según el tipo de estudio y el centro médico.
Mitos y realidades sobre la radiación
- Mito: Solo puede realizarse un estudio radiológico al año. Verdad: Una persona puede realizarse varios estudios en un mismo año, siempre que estén médicamente justificados. El criterio médico determina cuándo el beneficio supera el riesgo.
- Mito: Las embarazadas no pueden hacerse ningún estudio radiológico.Verdad: En casos necesarios, algunas pruebas pueden realizarse bajo protocolos estrictos para proteger la vida de la madre y del bebé. Se aplican medidas especiales para minimizar la exposición.
- Mito: Repetir estudios agrava la enfermedad o aumenta los riesgos.Verdad: En pacientes con cáncer u otras enfermedades crónicas, los estudios radiológicos se repiten para monitorear la evolución del tratamiento. Estas pruebas no empeoran la condición del paciente.
- Mito: Todo examen con radiación representa un riesgo para la salud. Verdad: Cuando un estudio está bien indicado y controlado por especialistas, no representa peligro. Al contrario, se convierte en una herramienta clave para salvar vidas y guiar tratamientos efectivos.
“El personal de radiología siempre está capacitado y procurando que la dosis sea la mínima para obtener la mejor calidad de estudio, que el paciente va a estar seguro, que no estamos generando un daño, sino que nos permite poder decidir una ruta de tratamiento y qué es lo que el médico tratante va a hacer con él“, finalizó Jiménez.
