
El sudor, la presión arterial, la digestión, y hasta la frecuencia cardíaca, todos están regulados por el sistema nervioso autonómico, y cuando este falla, ocurre lo que se llama disautonomía, un trastorno poco conocido, pero que puede afectar de forma significativa la calidad de vida de las personas.
Lo que debe saber:
- La disautonomía puede causar desde mareos y desmayos hasta problemas digestivos o cardíacos.
- Las causas son primarias (hereditaria o autoinmune) o secundarias (enfermedades como la diabetes y el Parkinson).
- Consultar al médico es clave: el tratamiento depende de cada caso y puede incluir ajustes en dieta, hidratación y medicamentos.
¿Alguna vez ha visto a alguien desmayarse o marearse a cada rato sin saber por qué? Una de las señales más frecuentes de la disautonomía es precisamente eso: mareos y desmayos, pero no son los únicos síntomas.
En cifras, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 1 de cada 3 personas en el mundo sufren afecciones neurológicas, consideradas la principal causa de enfermedad y discapacidad en todo el mundo.
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En Costa Rica, se estima que hasta un 30% de las personas con diabetes puede presentar algún grado de disautonomía.
Carlos Sequeira, neurólogo de la Clínica Pro Age y parte de la red médica Medismart, explica todo lo que usted debe conocer sobre la disautonomía, así como recomendaciones a tomar en cuenta.
¿Qué significa disautonomía y por qué ocurre?
En términos simples, el sistema nervioso se divide en 3: central, periférico y autonómico. El sistema nervioso autonómico regula funciones vitales que suceden sin que usted las piense: respirar, sudar, orinar, digerir o mantener estable la presión arterial.
Cuando este sistema falla, se habla de disautonomía. Esto se traduce en síntomas como:
- Sudoración excesiva o casi nula.
- Problemas digestivos (movimiento lento o acelerado del intestino, o sensación de llenura rápida).
- Dificultad para controlar la vejiga, y por ende, la orina.
- Cambios bruscos en la presión arterial o el ritmo cardíaco.
- Desmayos o mareos frecuentes.
Sequeira explica que las causas pueden dividirse en dos grupos:
- Primarias: menos frecuentes, suelen tener un componente hereditario o autoinmune.
- Secundarias: las más comunes, asociadas a enfermedades como la diabetes, el Parkinson, inflamaciones crónicas o problemas cardíacos.
Señales de alerta: cuándo consultar con un médico
Si usted alguna vez se ha mareado al levantarse rápido de la cama o ha sentido el estómago pesado tras una comida abundante, no se alarme: esto es normal de forma ocasional.
La clave está en la recurrencia, es decir, si los síntomas se repiten con frecuencia, pueden ser una señal de disautonomía.
Algunos síntomas recurrentes que ameritan consulta médica son:
- Mareos o pérdida de conciencia cuando el cuerpo cambia de posición.
- Dificultad para regular la temperatura corporal.
- Problemas digestivos constantes.
- Disfunción eréctil en hombres.
- Desmayos repentinos (conocidos médicamente como síncopes).
“Lo más importante en esto es la recurrencia, cuando este tipo de síntomas ocurren muy frecuentemente y se vuelven más bien la regla y no tanto la excepción“, indicó Sequeira.

Consejos para el día a día si usted fue diagnosticado con disautonomía
El manejo de la disautonomía depende de la causa y debe hacerse con guía médica. Sin embargo, hay recomendaciones generales que pueden mejorar los síntomas:
- Reportar los síntomas con un médico, incluso los que puedan generar vergüenza, ya que todos aportan información para el diagnóstico y tratamiento correctos debido a que todos los casos son distintos.
- Mantenerse bien hidratado.
- Evitar cambios de posición bruscos (por ejemplo, debe levantarse lentamente de la cama).
- Consultar con un especialista en nutrición para ajustar la ingesta de sal y la dieta.
- Evitar la exposición a calor extremo.
El riesgo de los desmayos
Uno de los síntomas más preocupantes es el síncope (desmayo), ya que puede ocurrir en cualquier momento: al manejar, caminar o realizar tareas cotidianas.
“Una persona que tiene una disautonomía que esté afectando más que todo la parte cardíaca o más que todo la parte de presión arterial, uno de los síntomas que podemos ver es el síncope o desmayos como uno popularmente lo escucha“, agregó el especialista.
Factores como el calor, la deshidratación o un cambio de posición pueden desencadenarlo.
Por eso, el diagnóstico temprano y el control médico son esenciales para evitar complicaciones.
Si usted sospecha que puede tener síntomas de disautonomía, acudir a un especialista puede marcar la diferencia en su bienestar y en su seguridad diaria.