
Sufrir una lesión es algo común: un esguince en el tobillo al practicar deporte, una contractura muscular tras cargar peso o incluso una caída en casa. Sin embargo, en ese primer momento de dolor e inflamación, pocas personas tienen claro qué hacer: ¿aplicar frío o calor?
Lo que debe saber:
- El frío se aplica de inmediato en lesiones agudas (primeras 48 a 72 horas) y el calor en lesiones crónicas o de más de una semana.
- Usar calor antes de tiempo puede aumentar la inflamación y retrasar la recuperación.
- No coloque frío o calor directamente sobre la piel: use siempre un paño húmedo y controle el tiempo (máximo 15 minutos).
Aunque existen otros tratamientos para lesiones más graves, la aplicación de frío o calor influye mucho en la desinflamación y el proceso de recuperación.
Alyulin Leal, fisioterapeuta de Zenit, brinda una guía de lo que usted debe saber si en algún momento tiene una lesión.
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¿Cuándo usar frío y cuándo usar calor en una lesión?
“El frío se coloca en lesiones agudas, digamos de 48 a 72 horas después de la lesión, ahí se coloca el frío. El calor ya son para lesiones más crónicas“, explicó Leal.
En otras palabras:
- Si sufre un esguince, torcedura o golpe fuerte, debe aplicar frío de inmediato, ya que ayuda a disminuir la inflamación y controlar el dolor.
- Si pasan más de 3 días y la molestia continúa, puede empezar a usar calor, esto mejorará la circulación y ayudará a relajar la zona afectada.
¿Qué pasa si uso calor en vez de frío al momento de una lesión?
- La zona de la lesión se inflama más, ya que en el estado agudo (primeras horas de la lesión) es cuando la articulación se inflama.
- Produce más dolor y más limitación de movimiento.
- El proceso de recuperación se vuelve más lento.

¿Se pueden alternar frío y calor al mismo tiempo en una lesión?
La especialista indicó que sí se puede, específicamente en casos en los que la lesión tiene más de 3 días y no presenta mejoría.
Para esto, se aplica la técnica de contraste:
- Primero, se aplica calor durante 3 minutos.
- Luego, se aplica frío durante otros 3 minutos.
- Repetir el ciclo 6 veces.
¿Compresas o tina con agua?
Más allá de saber si aplicar frío o calor, existen 2 métodos que se pueden utilizar: colocar compresas que venden en supermercados o sumergir la zona lesionada en una tina con agua fría o caliente.
“En realidad, cualquiera de los dos son muy funcionales. Por lo menos siempre recomendamos el hielo como tal porque su sensación llega más profundo al músculo, entonces va a ser más efectivo“, explicó la fisioterapeuta.
- Si la lesión es en el pie o en una mano, se recomienda introducir la articulación en una cubeta de agua con trocitos de hielo o agua caliente, según sea el caso.
- Cuando la lesión ocurre en un hombro o la parte lumbar, se puede colocar una compresa.
En el caso de las compresas calientes, Leal recomienda las que son de microondas o baño María, no las eléctricas, ya que su efecto de calor no es tan profundo.
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Errores comunes al momento de sufrir una lesión
El error más común al momento de colocar frío o calor en una lesión es el tiempo de duración.
- Calor: más de 20 minutos cambia su efecto y puede generar más dolor.
- Frío: si se aplica por muy poco tiempo, no logra el efecto antiinflamatorio.
Lo recomendable es dejar el frío o calor, según sea el caso, durante 10 a 15 minutos.
Precauciones para evitar quemaduras por frío o calor en una lesión
- En ambos casos, nunca lo coloque directo.
- Siempre utilice un paño húmedo.
- Mantenga la zona vigilada para detectar enrojecimiento o cambios en la piel.
Recomendaciones y cuándo acudir al médico
- Siempre trate de movilizar la articulación, dependiendo de la lesión.
- No es bueno dejarla sin mover, ya que puede empeorar la lesión.
- Usar algún ungüento antiinflamatorio de ser necesario, siempre que sea recomendado por un profesional.
- Si la lesión dura más de 2 días, no ve la evolución y el dolor continúa, acuda al médico inmediatamente, ya que puede haber fracturas que no se perciben en el momento.
En cualquier caso, la recomendación final es clara: actuar rápido, elegir bien entre frío o calor y no subestimar los síntomas.