
Elf on the Shelf se ha convertido en una de las tradiciones navideñas más comentadas de los últimos años. Aunque nació en Estados Unidos, su presencia en redes sociales y la facilidad para conseguir versiones similares han hecho que cada vez más familias en Costa Rica adopten este pequeño personaje que “llega del Polo Norte” para convivir con los niños durante diciembre.
Pero, ¿qué es exactamente esta tradición? ¿Cómo se explica a quienes nunca han usado la dinámica del Elfo? Y lo más importante: ¿qué deben tomar en cuenta los padres antes de incorporarlo en casa? Aquí le explicamos los puntos esenciales.
Lo que debe saber:
- La tradición indica que el elfo observa durante el día y “viaja” al Polo Norte en la noche para dar su reporte a Santa Claus.
- Su dinámica puede usarse para fomentar valores, rutinas positivas y la conexión familiar.
- Los padres deben plantearse qué quieren promover y evitar usar al elfo desde el miedo o el castigo.
¿Qué es y cómo nace la tradición de Elf on the Shelf?
Elf on the Shelf es una tradición navideña donde un elfo mágico llega a casa para vigilar a los niños y reportar su comportamiento a Santa Claus cada noche. Cada mañana, el elfo aparece en un nuevo lugar de la casa, generando emoción y fomentando el buen comportamiento.
La tradición surge de un libro publicado en 2005 por Carol V. Aebersold y Chanda Bell, inspirado en su propia historia familiar con un elfo que visitaba su casa para observar el comportamiento de los niños y reportarlo a Papá Noel. Con el tiempo, el libro y el muñeco se convirtieron en un fenómeno cultural que hoy millones de familias usan alrededor del mundo.
Georgina Echandi, psicóloga del Hospital Metropolitano, explica que en Costa Rica la tradición se extendió principalmente gracias a las redes sociales. Ver las fotos del elfo en distintas posiciones, escondites creativos y escenarios divertidos hizo que muchas personas conocieran la dinámica y la empezaran a replicar en sus hogares.
No es necesario comprar el elfo original: cualquier réplica puede funcionar, siempre que los padres expliquen la historia y mantengan la coherencia del juego.

¿Cómo funciona la dinámica?
El elfo llega a la casa a inicios de diciembre y es adoptado por la familia durante la temporada navideña.
- Durante el día, observa a los niños desde donde esté colocado.
- Por la noche, viaja al Polo Norte para brindarle el reporte a Santa.
- Al regresar, aparece en un lugar diferente de la casa, lo cual genera una pequeña aventura cada mañana cuando los niños se levantan a buscarlo.
El 24 de diciembre en la noche, el elfo se va con Santa al Polo Norte y se vuelve a ver hasta el próximo año.
Reglas a tomar en cuenta:
- Los niños no deben tocar al elfo, ya que esto le haría perder su magia y le impediría volar.
- Los padres pueden resolver situaciones excepcionales colocándolo dentro de un frasco o recipiente la noche antes si necesitan llevarlo a alguna actividad, como una cita médica o una salida especial.
- También pueden inventar formas de “reparar” su magia si accidentalmente alguien lo tocó, por ejemplo, con algún quehacer en la casa.
- Los padres son los encargados de mover al elfo cada noche y crear las divertidas escenas, que deben fomentar los valores familiares y de la época.
Valores y rutinas que el elfo puede reforzar
La especialista Echandi indica que el elfo puede dejar recordatorios prácticos sobre:
- Usar palabras mágicas (por favor, gracias).
- Lavarse las manos.
- Cepillarse los dientes.
- Esforzarse en las tareas.
- Tratar a los demás con cariño.
- Colaborar con los quehaceres del hogar.
También puede invitar a actividades como: ordenar la habitación, leer más, hacer tarjetas navideñas o regalar juguetes que ya no se utilizan.
Incluso puede acompañar tradiciones religiosas: dejar citas bíblicas, recordar la Corona de Adviento o invitar a poner atención en reuniones de la iglesia.

¿Qué opinan los especialistas?
Desde la psicología, el uso del elfo genera opiniones divididas.
Esto se debe, según Echandi, a que aunque puede fomentar la creatividad, el juego y la conexión familiar, también puede volverse contraproducente si se utiliza para vigilar o amenazar.
“Es importante ver la forma en que los padres trabajan este tema. No se debe hacer desde el miedo, la vigilancia”, mencionó la psicóloga.
La recomendación es clara: el elfo debe ser un aliado para fomentar valores, creatividad, diversión, reforzar el significado de la Navidad y el sentido familiar. No debe utilizarse como un mecanismo de control permanente donde los niños se portan bien solo para obtener un premio o por miedo a perder privilegios.
Antes de empezar: qué debe tener claro una familia
Los padres deben definir qué quieren promover con la dinámica:
- La clave es que el elfo sea un recurso de conexión, diversión y valores, no una fuente de ansiedad o presión.
- Ver videos, leer el libro o conocer la película sobre Elf on the Shelf puede ayudar a entender mejor la esencia del juego.
