
Newton Williams, delantero del Deportivo Saprissa, fue operado tras sufrir una ruptura completa del ligamento cruzado anterior y de ambos meniscos en su rodilla derecha, una lesión grave que lo mantendrá fuera de las canchas entre 7 y 9 meses.
Lo que debe saber:
- Newton Williams sufrió la ruptura del ligamento cruzado anterior, que da estabilidad a la rodilla, y de ambos meniscos, que funcionan como “almohadillas” que amortiguan y permiten que el fémur y la tibia encajen bien.
- Sin el ligamento y los meniscos intactos, la rodilla queda inestable, puede doblarse de forma inesperada y pierde la capacidad de soportar movimientos explosivos como los que realiza un futbolista.
- La recuperación incluye cirugía, cicatrización del injerto y una intensa rehabilitación física.
El ligamento es el que permite estabilizar la rodilla y los meniscos son las estructuras que ayudan como amortiguadores. En este caso, el futbolista sufrió la rotura de ambos.
La combinación de estas 2 lesiones resultó en una cirugía para restaurar la función de la rodilla.
Según detalló previamente Esteban Campos, gerente de servicios médicos de Saprissa, la operación duró 2 horas y el jugador permanecerá en reposo entre 7 a 9 meses, periodo aproximado de recuperación.
Gustavo Montero, traumatólogo deportivo de Zenit, explica todo lo que usted debe conocer sobre este tipo de lesiones.
¿Por qué ocurre esta lesión?
- En la rodilla hay ligamentos por fuera y por dentro de la articulación, los ligamentos cruzados están dentro de la articulación y son 2: el ligamento cruzado anterior y el ligamento cruzado posterior.
- Esos ligamentos ayudan a dar estabilidad hacia delante y hacia atrás.
- Una lesión del ligamento cruzado anterior ocurre cuando se estira más de lo normal y se rompe, dejando la rodilla inestable o ‘floja’. Esto puede hacer que la articulación se doble inesperadamente durante ciertos movimientos.
- En el caso de los meniscos, puede entenderse como dos “almohaditas” en forma de C que están dentro de la rodilla en ambos lados de la misma, sirven para estabilidad y soporte, logrando que el fémur (hueso del muslo) “encaje” bien con la tibia (hueso de la pierna) y que la rodilla pueda moverse de manera sutil.
- Cuando los meniscos se lesionan pueden generar dolor, limitación funcional (no lograr que se mueva bien la rodilla) o hasta que se trabe y no se pueda mover del todo, dependiendo de la gravedad de la lesión.
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¿Cómo se determina si una lesión de este tipo requiere cirugía o solo terapia física?
- No todas las lesiones de ligamentos cruzados o lesiones de meniscos son de manejo quirúrgico.
- La decisión depende del tipo de lesión, la forma y ubicación de la ruptura, la actividad o labor de la persona, su edad y el cuadro clínico que presenta, es decir, el grado de dolor y la funcionalidad de la rodilla, entre otros factores.
- La resonancia magnética es un estudio complementario importante para ayudar a tomar la decisión en conjunto con lo antes explicado.
- En caso de reparación del ligamento cruzado anterior y meniscos, la cirugía puede durar alrededor de una hora y 30 minutos, dependiendo de los hallazgos de los médicos durante la operación.
- En caso de una ruptura total del ligamento, se realiza una plastia, que consiste en sustituirlo mediante un tendón, generalmente el rotuliano o el de la pata de ganso.
- En cuanto a los meniscos, el tratamiento depende del tipo de lesión: puede limpiarse únicamente la parte dañada, suturar o coser la ruptura, e incluso, en algunos casos, es necesario retirar el fragmento afectado.

¿Por qué el proceso de recuperación tarda tantos meses?
“Esto depende de cada paciente y el proceso de recuperación y rehabilitación, pero tarda cerca de ese periodo porque se debe dar tiempo a la plastia o injerto para que se adhiera fuerte a las inserciones, es decir, esperar a que cicatrice bien y se pega con fuerza para tratar de que no vuelva a romperse y que logremos tener una adecuada estabilidad”, explicó Montero.
El proceso de recuperación incluye la terapia física, ya que una vez que el ligamento ya esté estable se debe adecuar la articulación, fortalecer los músculos del muslo y pierna, trabajar equilibrio, resistencia de tejidos, arranques explosivos, cambios de dirección, entre otros.
Los futbolistas que sufren este tipo de lesión, ¿pueden volver a jugar con normalidad?
Según explicó el especialista, si todo sale bien en la cirugía y se realiza un buen trabajo de recuperación, el jugador podrá volver a jugar con normalidad.
Además, esta lesión y la cirugía no debería cambiar el rendimiento del deportista. Incluso, mencionó que hay muchos profesionales del deporte que sufren este tipo de lesión y regresan a la actividad con el máximo nivel de rendimiento.