
“Era una persona que le encantaba vivir, que parecía feliz”… El suicidio a veces se disfraza de bromas o un inesperado “perdón” que esconde la despedida. Aunque en la mayoría de los casos sí existen señales de alerta, algunas actitudes pueden pasar desapercibidas para familiares y amigos.
Lo que debe saber:
- El suicidio puede manifestarse de forma silenciosa: algunos muestran señales, otros ocultan su dolor.
- Las señales de riesgo varían en niños, adolescentes y adultos, pero el aislamiento social suele ser un factor común.
- Escuchar, acompañar y buscar ayuda profesional a tiempo puede salvar una vida.
Cada 10 de setiembre se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, una fecha que recuerda la importancia de hablar del tema sin tabúes y de brindar herramientas para la prevención.
En Costa Rica, el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) registró en 2024 un total de 366 fallecimientos por suicidio, de los cuales 297 eran hombres y 69 mujeres.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el suicidio es la tercera causa de muerte entre personas de 15 a 29 años a nivel mundial.
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Señales según la etapa de vida
“Tenemos que tener en cuenta la etapa de desarrollo de las personas. En niños vamos a ver señales un poco más conductuales, ya que aún no hay suficiente desarrollo emocional. En adolescentes vamos a ver respuestas más emocionales y en adultos podemos ver una mezcla, inclusive la evitación de ciertas actitudes, pero el factor que nos va a llamar más la atención que todas las personas podemos tener presente es cuando hay una afectación ya sea a nivel laboral, a nivel social con aislamiento y a nivel relacional”, explicó Yoselyn Arrieta, psicóloga del Centro Médico y Estético EIDA, parte de la red médica de Medismart.
Dos grupos de personas antes del suicidio
Según explica Eida Elena Gallardo, máster en programación neurolingüística Centro Médico y Estético EIDA, existen dos perfiles:
- Los que muestran señales (la mayoría): dejan pistas verbales o conductuales, se aíslan, cambian de ánimo, regalan pertenencias o usan frases de desvalorización.
- Los que no muestran señales (minoría): aparentan calma o felicidad, ocultan el dolor tras una “máscara social” y pueden actuar de manera impulsiva (se quitan la vida sin avisar o dejar señales). En esos casos, los familiares suelen decir: ‘no vimos nada raro’ o ‘nunca nos dimos cuenta’.
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Cinco grupos de señales que no deben ignorarse (algunas pasan desapercibidas)
Las especialistas señalan que estas son las principales categorías de alerta:
Señales verbales
- Hablan de querer morir o desaparecer.
- Usan frases de culpa: ‘soy una carga’.
- Piden perdón a familiares y amigos y se pone a cuentas con todos.
- Usan el “humor negro“ y hacen chistes autodestructivos.
Señales conductuales
- Muestran aislamiento social y pérdida de interés en todo.
- Buscan métodos o información sobre suicidio.
- Regalan pertenencias de valor sentimental y empiezan a despedirse sutilmente.
- Consumo excesivo de alcohol o drogas.
- Muestran una calma repentina después de la crisis.
Señales emocionales
- Reflejan desesperanza y vacío.
- Tienen explosiones de ira o irritabilidad.
- Se sienten incomprendidos.
- Creen los insultos o críticas repetidas hacia ellos.
Señales biológicas y hormonales
- Desequilibrios de serotonina, dopamina, cortisol pueden llevar al suicidio.
- Adolescencia: los cambios hormonales más la impulsividad es una señal de riesgo.
- En el posparto, menopausia/andropausia, o enfermedades como tiroides las personas pueden desencadenar el riesgo de suicidio.
- Trastornos mentales agravados por la parte hormonal.
Señales contextuales
Hay que prestar atención si algún ser querido atraviesa por alguno de estos escenarios:
- Presión social (bullying, discriminación).
- Presión económica (deudas, desempleo).
- Presión sentimental o familiar (rupturas, relaciones tóxicas).
- Palabras hirientes repetidas que se llegan a creer.

Qué hacer como red de apoyo
- Escuchar y validar sin minimizar los sentimientos.
- Abrazar y acompañar: el contacto físico y la presencia transmite calma.
- Buscar ayuda profesional y activar redes de apoyo comunitarias.
- Reducir riesgos inmediatos: retirar armas, medicamentos u objetos que puedan usarse para autolesionarse.
- Mantener rutinas saludables que refuercen el sentido de pertenencia.
- Celebre logros pequeños y grandes.
“No necesitamos ser perfectos, solo estar presentes, atentos y dispuestos a brindar ayuda cuando la necesiten”, concluye la psicóloga.
La importancia de escuchar
Si alguien dice “quiero desaparecer“, no es una exageración, sino que hay que validar esas palabras, preguntar qué sienten y acompañar.
El error más común, coinciden especialistas, es minimizar las señales o pensar que la persona “solo quiere llamar la atención”.
Escuchar sin juzgar, mirar a los ojos y ofrecer un abrazo puede marcar la diferencia.
Si usted o alguien cercano atraviesa una crisis emocional o tiene pensamientos suicidas, puede llamar al 9-1-1 o acudir a la línea 800-2737869 del Colegio de Profesionales en Psicología. La ayuda es gratuita y confidencial.