
Vilma Masís Acosta tiene 86 años y vive sola en el cantón central de Heredia. Al enviudar se mudó desde Curridabat, en San José, para estar más cerca de la familia de su esposo. Sus hijos viven lejos y aunque sí la visitan, ella defiende y disfruta de su independencia y de participar activamente en actividades de la Universidad Nacional (UNA) y de la comunidad.
Desde hace aproximadamente un año, ella es una de los 317 adultos mayores beneficiarios de un programa de teleasistencia de la Municipalidad de Heredia, destinado a mayores de 65 años que viven solos (como Masís) o tienen alguna discapacidad.
Este servicio consiste en un intercomunicador que tiene un botón rojo que pueden activar en caso de emergencia, pero también hay uno verde que los comunica en caso de que tengan dudas sobre su vida cotidiana, o simplemente necesiten conversar. También tienen un servicio de llamadas una vez a la semana, donde se les consulta cómo se han sentido y si se han tomado sus medicamentos, entre otras cosas.
“Están siempre en comunicación con uno. De hecho, si llaman y llaman y no tienen respuestas, ponen alertas para venirnos a visitar, o pregunten a un vecino. Están siempre muy atentos”, manifestó.
El cantón tiene 14.074 personas de 65 años o más, según proyecciones de la Municipalidad.
Masís, a sus 86 años, goza de muy buena salud y no tiene discapacidades ni depende de otras personas para sus funciones básicas; pero al vivir sola, ella reconoce en este sistema un gran aliado, especialmente en las noches.
Durante las noches, los usuarios tienen una ventaja: una pulsera en la que tienen el botón de alarma y pueden activarla sin salir de su cama.
“En la noche podría pasarme algo y eso me da ‘temorcillo’. Porque en el día uno grita y el vecino llega, pero en la noche es más difícil salir y despertar a la gente”, afirmó.
Ella reconoció que este programa es una gran respuesta a una población cada vez más creciente y que no tiene recursos para pagar asistentes que lleguen a la vivienda u otros servicios de cuido que calificó como “muy caros”.
Los altos precios de estos servicios de cuido fueron analizados por el Informe Estado de la Nación 2025, que los calificaron como “costosos y excluyentes” para la mayoría de la población costarricense.
“En este servicio no tengo que pagar”, resumió Masís.
Ángela Aguilar Vargas, alcadesa de Heredia, indicó que para participar de este proyecto se debe llenar un formulario y para la inclusión también se hace un estudio socioeconómico y hay un protocolo de seguimiento.
Teleasistencia ya da resultados
Aguilar comentó que tienen tres tipos de servicios, según el nivel de discapacidad o dependencia de cada usuario: moderada, severa y personas que viven solas. Las categorías son independientes de la edad, aunque es usual que los mayores de 80 años tengan un nivel de dependencia mayor.
El programa comenzó a inicios de año con 317 adultos mayores, denominados el “grupo de prueba”. Por cada uno de ellos hay otro en situaciones similares en un grupo de control, para medir mejor los resultados. En esto cuentan con apoyo del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Según Aguilar, hasta el momento estos son algunos de los resultados:
- El sentimiento de soledad ha bajado en un 21,3%.
- El número de noches de hospitalización disminuyó en 107 noches entre un año y otro.
- En el grupo de prueba se han dado 41 llamadas menos al 911 que en el grupo de control.
“Cada noche en el hospital cuesta ¢3,1 millones. Y este programa le ahorró ¢462 millones a la Caja (Costarricense de Seguro Social, CCSS) al contrastar con el grupo de control", destacó Aguilar.

A esto se le une que se les pemite continuar con su independencia.
Margoth Escamilla Castillo, de 86 años, da fe de esto: “le doy gracias a Dios de vivir sola: me levanto a la hora que yo quiero, salgo a la hora que yo quiero, hago lo que yo quiero sin ninguna presión de nada, ni que nadie me diga nada”, dijo en una entrevista con la Municipalidad.
Ella agradece el sistema, porque ya ha tenido dos caídas y además tiene osteoporosis, entonces tener la teleasistencia le da tranquilidad.
En este momento, el 70% de los beneficiarios son mujeres y el 30% son hombres.
El 25% de las personas que atienden están en condición de soledad, el 32% en condición de dependencia moderada y un 43% en dependencia leve.
El proyecto espera seguir creciendo. Aguilar afirmó que hay cerca de 1.000 adultos mayores en lista de espera para ser tomados en cuenta.
Más servicios para adultos mayores
El cantón también cuenta con diez centros de cuido municipales para personas adultas mayores y 39 grupos de mayores de 65 años.
El gobierno local también tiene un programa llamado “Sanamente”, pensado en las personas con pérdida cognitiva o de memoria.
Ese programa tiene inscritas a 77 personas y a sus cuidadores. Profesionales van a las casas y se les da terapia física y terapia de memoria para retardar el proyecto de pérdida para la memoria.
