Un estudio hecho en Costa Rica con 19.460 mujeres entre los 12 y los 16 años podría transformar las decisiones sobre vacunación contra el el virus del papiloma humano (VPH) que toman todos los países del mundo.
El estudio Escuddo concluyó que una sola dosis de vacuna contra papiloma es suficiente para proteger contra el cáncer de cérvix.
Los resultados indicaron que una dosis tenía una eficacia del 97%, la misma que proveen dos.
La investigación, que comenzó en 2017, fue realizada por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NCI, por sus siglas en inglés) y la Agencia Costarricense de Investigaciones Biomédicas (ACIB).
“Un régimen de una sola dosis permitirá a los países tener mayor acceso a esta vacuna y mejorar su cobertura, a otros grupos de la población”, señaló este lunes Amy Kreimer, investigadora del NCI durante la presentación del estudio en la reunión anual de la Asociación Estadounidense de Investigación del Cáncer (AACR, por sus siglas en inglés).
Carolina Porras Gutiérrez, directora de la ACIB, dijo a La Nación que esto será muy beneficioso para los países de ingresos bajos, pero también para Costa Rica, que tiene un plan que busca cubrir a más población.
El esquema en nuestro país consta de dos dosis para menores de 18 años y de tres para mayores de edad.
Desde 2019 la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) la administra a niñas de 10 años y el año pasado comenzó a implementarse en hombres de la misma edad. Personas de otras edades deben adquirirla en el mercado privado.
“Esta es una muy buena noticia, que nos dice que en Costa Rica puede hacerse ciencia de alto nivel y que también ayude a los países las nuevas vacunas”, destacó Porras.
Esta es la primera pesquisa que buscó demostrar la eficacia de una dosis. No obstante, los ensayos clínicos (cuando la vacuna se probó con tres dosis) exploraron lo sucedido con quienes por algún motivo recibieron solo una. Los resultados indicaron que las mujeres inyectadas una sola vez mostraban protección a 16 años plazo.
Desde 2022, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que los países podrían usar una sola inyección para proteger a sus poblaciones. Esta era una recomendación Off label, es decir, la que se hace con base en la experiencia, no en lo indicado por el fabricante.
Kreimer señaló que, a la fecha, 68 países ya adoptaron un esquema de una dosis. En ellos están Canadá, Argentina, México, Brasil, Australia, Reino Unido y España.
La esperanza de los investigadores es que este estudio lleve a una recomendación generalizada. En Costa Rica, estos resultados se presentarían ante la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología (CNVE), ente encargado de tomar la decisión.
LEA MÁS: ¿Cómo saber si tengo papiloma humano?
¿Cómo se sabe que una dosis basta?
Los investigadores reclutaron a mujeres entre los 12 y los 16 años de 202 distritos de San José, Alajuela, Cartago, Heredia, Guanacaste y Puntarenas.
El objetivo era determinar si no había inferioridad en la protección a la hora de aplicar una dosis versus aplicar dos. Los primeros resultados se concentraron en evaluar la eficacia contra los tipos 16 y 18 del VPH, que causan el 70% de los casos de cáncer de cérvix.
Las pesquisas comenzaron con 20.330 jóvenes. A ellas se les dividió en dos grupos. A uno se le inyectó una dosis de la vacuna Cervarix, de la farmacéutica GSK y al otro la vacuna Gardasil 9, del laboratorio MSD.
Seis meses después se les volvió a llamar. Cada grupo fue nuevamente dividido en dos. Un grupo recibió otra dosis del biológico que recibieron anteriormente.
El otro grupo fue el de control y solo recibió una dosis, pero para mantener las condiciones del estudio, fueron inyectadas contra otros padecimientos que pudieran darles beneficios a su edad, explicó Porras.
A las participantes se les dio seguimiento durante cinco años. Se les visitaba cada seis meses y se les hacía una prueba para determinar si habían sido infectadas con uno de estos tipos de virus.
Fue así cómo se comprobó que una dosis no era inferior que recibir dos y los beneficios se mantenían a los cinco años. No hubo diferencias en la eficacia entre los productos de las diferentes farmacéuticas.
Para Rolando Herrero Acosta, director científico de la ACIB esto también prueba otro logro científico. Esta vacuna no está hecha con el virus atenuado. Su tecnología se llama subunidad proteica, esto quiere decir que se creó con base en pequeños “pedacitos” de proteína del virus.
“Normalmente este tipo de vacunas han requerido múltiples dosis para su eficacia. En este caso no es así. En este caso, el sistema inmune ‘ve’ las proteínas y reacciona de una forma intensísima y ‘mata’ cualquier virus que quiera entrar”, subrayó Herrero.
También hay otros estudios que podrían hacerse, como ver qué sucede en hombres.
¿Qué falta por saber?
Herrero definió a estos resultados como la “primera pincelada”. Las pesquisas acumularon más información que debe analizarse.
Por ejemplo, la protección que se tiene contra otros tipos de cáncer también relacionados con el VPH, como ano, vulva, garganta y vagina.
También, se podrá saber la protección que se alcanza contra otros tipos de virus contenidos en Gardasil 9, que también brinda protección contra los tipos 31, 33, 45, 52, 58, 6 y 11. Los cinco primeros están relacionados con cáncer y los últimos dos con verrugas genitales.
Porras manifestó que también se requiere seguir estudiando a las participantes a maś largo plazo, para ver si la protección de una dosis se mantiene durante más años, incluso más allá de los 20 o 25.
Este grupo también desarrolla una investigación complementaria, llamada Prisma, que comenzó en 2022, y busca saber si una dosis basta en mujeres de entre 18 y 30 años.

Más allá de la vacuna
Kreimer manifestó que la vacuna es el primer eslabón, la prevención, pero también es necesario, especialmente en las mujeres mayores, la detección temprana del virus.
La prueba más importante es la que determina si una mujer tiene o no un VPH relacionado con cáncer. Se toma una muestra de la misma forma en la que se hace un papanicolau, pero en lugar de buscar si hay lesiones (como lo hace el papanicolau) se busca el virus, y puede detectarse antes de que cause daño.
La CCSS comenzó a implementar esta prueba para mujeres de 30 a 64 años en 2024, ha ido de forma paulatina y se espera que para fin de año esté en todo el país.
Antes de esa edad, es muy probable que el cuerpo elimine por sí mismo el virus antes de que cause lesiones y se sigue recomendando un papanicolau.