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Elena Téllez logró que la CIDH se pronunciara por las extensas jornadas de las llamadas "tías" del PANI. El martes, el Estado le ofreció una disculpa a la trabajadora pensionada, de 78 años. Con ella, la presidenta del Patronato, Gloriana López, y el vicecanciller, Christian Guillermet. (Albert Marín)
Las jornadas laborales de 11 días consecutivos por tres de descanso constituyeron una de las razones por las cuales el Estado de Costa Rica le ofreció disculpas, el 9 de agosto, a una extrabajadora del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) luego de una llamada de atención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
A pesar de las disculpas, el homenaje y la placa que entregaron a Elena Téllez, protagonista de esta lucha, las condiciones no han cambiado para 168 empleadas de esa institución. Actualmente, estas funcionarias tienen la misma jornada que motivaron el reclamo y de Téllez, confirmó Gloriana López, presidenta ejecutiva del PANI.
Según la funcionaria, las conocidas “tías” que cuidan a 318 menores en los albergues del país laboran 11 días consecutivos durante 12 horas cada día. Se quedan a dormir en el albergue y deben estar disponibles durante la madrugada para atender cualquier situación que ocurra con los niños o adolescentes, ya sea que se enfermen, se peleen o se escapen.
Justamente, una de las recomendaciones de la CIDH para el caso de Téllez es que no se repitan esas condiciones de trabajo.
La presidenta ejecutiva del PANI adelantó que es necesario realizar un estudio de horarios y revisar presupuesto, pues habrá que liquidar a estas trabajadoras y volverlas a contratar para darles una jornada de trabajo distinta, que sea “justa y acorde a la legislación”.
La entidad y el Estado tienen 36 meses para definir estas nuevas condiciones y dar cumplimiento a todas las observaciones de la Comisión. López dijo que espera definirlo antes de ese plazo.
“De no cumplir con estas recomendaciones, el caso podría llegar a la Corte Interamericana de Derechos Humanos”, advirtió la Comisión a Costa Rica.
Tanto la Comisión como la Corte forman parte del sistema de protección de los derechos humanos, que vela por el cumplimiento y respeto a la Convención Americana de los Derechos Humanos.
Elena Téllez, quien laboraba en uno de los albergues desde 1995, comenzó la lucha en 2003 en los tribunales nacionales, los que no le dieron la razón. Por ello, llevó el caso a la Comisión Interamericana, donde su reclamo fue acogido para estudio. Luego de muchos años, en marzo de 2022, la Comisión emitió un informe.
La CIDH recomendó al país brindar medidas de reparación a Téllez, quien hoy tiene 78 años, por haberla hecho laborar en esas condiciones. Además, le solicitó ejecutar acciones para asegurar que hechos como los denunciados no se vuelvan a repetir.
El término ‘tías’
Otro de los cambios en proceso derivados del llamado de atención de la CIDH es la erradicación del término “tías” para referirse a estas trabajadoras, debido a que perpetúa los estereotipos de género. En el Patronato hay 24 reglamentos que están en revisión para ser cambiados con lenguaje inclusivo y que el mismo sea acorde con los estándares de la Comisión Interamericana.
“Empezamos a trabajar en una directriz que cambiará esa terminología para llamarle ‘auxiliares de servicios infantiles’ a las trabajadoras; esto refleja una mejor descripción del puesto”, manifestó López.
La jerarca explicó que el término “tías” data de hace 30 años. En ese entonces, dijo, se buscó un modelo para emular un puesto que reflejara lo más parecido a una madre, para el cuido de los menores vulnerables.
“No se veía mal en ese momento. En la vida real es una labor (el cuido) de papá y mamá y, (en el caso de las trabajadoras), es trabajo, no es una familia”, afirmó la funcionaria.
La Comisión recomendó, además, formar a jueces y juezas porque hubo una sentencia que en su momento validó el modelo laboral de estas trabajadoras.