Solo una empresa presentó su oferta para terminar el tramo central de la carretera a San Carlos, entre Sifón de San Ramón y La Abundancia de Ciudad Quesada.
Se trata de la constructora China Harbour Engineering Company (CHEC) que actualmente tiene a cargo la ampliación de la ruta 32 entre el cruce hacia Río Frío y el centro de Limón, proyecto donde arrastra más de cuatro años de atrasos.
El plazo para recibir ofertas para la obra en San Carlos finalizó el pasado viernes 25 de abril y a pesar de que varias empresas habían visitado la zona a inicios de año para conocer el proyecto, solo la firma china confirmó el interés.

La Nación conoció de algunas de las firmas que declinaron ofertar, que el riesgo geotécnico del proyecto y el alto costo de las obras que hay pendientes, fueron parte de las razones que redujeron el interés en participar del concurso.
LEA MÁS: Dinero, puentes dañados e incertidumbre: los retos del tramo central de vía a San Carlos
Ahora la unidad ejecutora del proyecto deberá determinar si la empresa china cumple con los requisitos técnicos antes de abrir la oferta económica y esperar el visto bueno del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para la eventual adjudicación.
Por tratarse de una sola empresa, si la firma no cumple con los requisitos, el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) tendría que lanzar nuevamente el cartel de licitación en busca de que otras firmas se interesen.
Para el tramo central, el MOPT había determinado que el proyecto se ejecutaría mediante dos lotes de obras, que a su vez se estructuraron en seis “unidades prediales constructivas”.
LEA MÁS: Carretera a San Carlos: lo que hay (y lo que falta) para iniciar los trabajos en la punta sur
Además, se indica que el tramo central tendrá una clasificación de arteria principal rural con una velocidad de diseño de 60 km/h, con dos carriles por sentido, espaldones, barreras medianeras y de protección para la separación de los flujos vehiculares.
Asimismo, contempla la construcción de siete puentes mayores, la rehabilitación de ocho puentes existentes, así como la reconstrucción de otras dos estructuras. También se incluyen pasos superiores e inferiores, pasos de fauna y ganado.
El plazo para completar este tramo de 29 km es de 40 meses en el lote 1 y el del lote 2 es de 32 meses.
Una de las preocupaciones expresadas por representantes de la Asociación pro carretera, a inicios de este mes, es el disponible de recursos para completar esta sección de la ruta por la que llevan esperando más de 50 años.
Para completar el tramo central y la llamada punta sur, el gobierno disponía de un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por $225 millones, al que se le sumaron $110 millones de la fallida ampliación de la Interamericana Norte entre Barranca y Limonal. El movimiento dejó un total disponible de $335 millones para ambas secciones.
Sin embargo, solo en el caso de la punta sur se requieren de al menos $199 millones que fue el monto adjudicado a MECO, quedando un saldo de $136 millones para el tramo central, a pesar de que ese trayecto es más extenso y se había previsto que requería una inversión mayor (aproximadamente $183 millones).
El ministro de Obras Públicas, Efraím Zeledón, dijo en abril que el Ministerio de Hacienda les aseguró que giraría entre $40 millones y $60 millones adicionales, para completar el faltante en la punta sur, aunque no detalló el origen de esos fondos.

En esa oportunidad, reconoció que para el tramo central, aún no existía claridad sobre si los fondos serán suficientes o si sería necesario inyectar más recursos, pues dependería de las ofertas que recibieran.
“Ese tema está en discusión. Por una parte, es un proyecto con bastante incertidumbre que podría encarecer la obra; sin embargo, se ha recibido mucho interés del mercado y podemos tener ofertas bastante competitivas (...) De lo que tenemos certeza es que para el diferencial de punta sur, Hacienda nos está poniendo dinero. En tramo central, si las ofertas superaran el monto, buscaríamos una opción similar, no estamos valorando la opción de un crédito adicional”, afirmó el jerarca en esa ocasión.
El trayecto entre Sifón y La Abundancia estuvo en ejecución entre el 2005 y 2018, cuando el entonces jerarca del MOPT, Rodolfo Méndez decidió poner fin al contrato a cargo de Sánchez Carvajal, debido al aumento en el costo de la obra y al atraso que registraba el proyecto que para ese momento ya había consumido alrededor de $188 millones y tenía un 60% al momento de su paralización.
Ese avance representa 22 km de los 29 km que ya cuentan con asfalto, sin embargo, los principales retos del proyecto radican en los puentes mayores que deben ser rehabilitados, reconstruidos o construidos desde cero, así como las zonas donde no se han ejecutado obras de estabilización de taludes o que requieren de modificaciones en el trazado, como ocurrió en el caso del sector del humedal La Culebra.
En el caso de la punta sur, entre San Miguel de Naranjo y Sifón de San Ramón, el gobierno anunció que daría orden de inicio el próximo 23 de mayo. La empresa adjudicada tendrá 8 meses para completar los diseños y 20 para ejecutar las obras a lo largo de 8,2 km.