Totalmente blancos o con algún color, distintas telas, texturas y bordados... Muchos fueron los pequeños vestidos que este 1°. de agosto se mostraron en la explanada de la basílica de los Ángeles, en Cartago, durante la ceremonia de vestición de la Negrita.
No son los atuendos que lucirá la imagen, pero todos, igualmente, fueron confeccionados por personas devotas que llevan sus creaciones para que reciban la bendición durante esta misa, una de las más importantes actividades de las celebraciones de inicios de agosto.
Obispos y otros sacerdotes que participan en la ceremonia bendicen las prendas, que luego irán a dar a personas con problemas de salud o que necesitan ese aliento espiritual.
Marlen Cordero y su nieto Matías Ramírez llegaron bien temprano desde Cot de Oreamuno para conseguir campo y poder recibir la bendición en los vestidos que llevaban.
“Los tengo desde antes de la pandemia, había confeccionado 30 pero algunos los fui donando a personas enfermas y hoy traje 20. Aquí regalé otros después de bendecirlos, entre ellos, a la abuelita de Allison Bonilla (joven víctima de homicidio) que estaba aquí en la misa. Tengo varios años de confeccionarlos y traerlos aquí y se los entrego a personas que me piden o que están enfermas”, comentó Cordero.
La abuelita de Allison, doña Nuria Cordero agradeció con lágrimas la posibilidad de estar este lunes en la ceremonia, pero no pudo dejar de recordar a su nieta.
“Antes hacíamos juntas la romería por devoción que nos enseñó mi papá y veníamos todos los años, también pedíamos por enfermedad de alguno de la familia. El tiempo pasa pero el dolor es intenso y hoy le pedí a la virgencita y le agradecí que gracias a ella estamos en pie y más unidos que nunca”, expresó.
La joven de 19 años fue asesinada en marzo de 2020.
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María Esther y Mireya Navarro Cordero confeccionaron 124 vestidos en un mes.
Arduo trabajo
Las hermanas María Esther y Mireya Navarro Cordero llevaron a bendecir 124 vestidos que confeccionaron durante un mes.
“Se los ofrecimos a la Virgen para las personas enfermas y otras personas que están aquí en las afueras de la basílica también se los llevan; ya son 10 años que traemos vestidos”, dijeron las vecinas de San Nicolás de Cartago.
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Patricia Hernández Calderón llegó bien temprano para conseguir campo en la plazoleta. Foto Keyna Calderón
Desde Cachí de Paraíso, Germán Meza Barquero llevó 20 vestidos de diferentes tamaños que son peticiones de para conocidos de la comunidad.
“La mayoría están comprometidos, pero algunos los regalé aquí. Pedimos a la Virgen por salud, trabajo, por tanto que nos da durante el año y la conversión de algunos familiares. Tengo entre 3 y 4 años de venir”, comentó Meza.
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Marlen Cordero Castillo y su nieto Matías Ramírez Orozco llegaron desde Cot de Oreamuno de Cartago para la ceremonia. Foto Keyna Calderón.
Otra que llegó bien temprano fue Patricia Hernández Calderón, ella confeccionó 15 vestidos; hubiera llevado más pero por motivos de salud solo pudo terminar estos.
“Soy devota y se los regalo al azar a quien me ilumina la Virgen, a todos los enfermitos con fe por alguna dolencia que tienen”, dijo Calderón.
Este año, la prenda elegida para ponerle a la imagen es una elaborada por manos de fieles que la enviaron desde Pérez Zeledón, pues fue una donación de la diócesis de San Isidro de El General. Precisamente, se confeccionó con motivos de San Isidro Labrador además de otros símbolos como hojas de café.