Datos de la Cámara Costarricense de Generación Distribuida revelan que en el país hay 2.000 techos con paneles solares para la generación eléctrica, mientras que otros 1.000 están por instalarse en los próximos meses.
Esa infraestructura representó para hogares y empresas costarricenses una inversión que podría superar los $100 millones, según estimaciones de William Villalobos, asesor legal de la Cámara.
Sin embargo, el número de interesados en aprovechar la energía solar para bajar su factura eléctrica podría aumentar en los próximos años si se aprueba e implementa la nueva propuesta de Reglamento para Generación Distribuida para Autoconsumo con Fuentes Renovables.
Para la Cámara, el texto sí elimina algunas de las trabajas que han impedido el crecimiento de esa actividad.
En este momento, el documento fue puesto en consulta por el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), mediante su publicación.
Uno de los principales cambios, según el vocero de la Cámara, es que la nueva regulación introduce dos nuevos modelos de generación, lo cual abriría el abanico de opciones y abarataría algunos costos para los interesados en instalar paneles en sus techos.
La expectativa es que en un plazo de cinco años, la generación de energía por medio del sol alcance el 5% de la matriz eléctrica nacional. De acuerdo con información del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), actualmente es el 0,9%, aunque en 2015 era tan solo el 0,1%.
Cambios
Hasta ahora, si una persona desea colocar paneles para producir su energía, el reglamento vigente le permite operar de dos formas
- Isla: Un individuo coloca paneles para satisfacer su demanda eléctrica porque no tiene disponible la red de distribución eléctrica en su finca, casa o negocio. Consume lo que produce y si hay excedentes no se utilizan a menos de que tenga una batería para almacenarlos.
- Medición Neta Sencilla: El sistema de paneles de la casa o empresa está interconectado con la red eléctrica, por lo que los excedentes que produce van a la empresa distribuidora de electricidad y si el usuario los requiere de vuelta, la red le puede inyectar energía.
En la segunda modalidad, el usuario enfrenta dos problemas: la regulación existente establece un tope de 15% de sistemas de paneles solares por cada circuito eléctrico, si el sitio donde vive ya llegó a ese límite, tiene inconvenientes. En reglamento actual fue aprobado en 2015.
Además, cuando un propietario genera más energía de la que consume, los excedentes se van a la red de distribución eléctrica, pero la regulación solo le permite obtener de regreso el 49% de los mismos.
Villalobos explicó que el nuevo reglamento habilitaría la instalación de paneles sin inyectar los excedentes a la red, lo cual le restaría importancia al sistema de topes. En esos casos, el dueño puede instalar baterías de almacenamiento para usar posteriormente lo que genera de más.
También, elimina la regla del 49% para los nuevos contratos y obliga a las empresas distribuidoras de electricidad a publicar el porcentaje de topes por cada circuito.
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Otra variación es que una persona o empresa podría generar energía en un sitio, pero consumirla en otro.
Por ejemplo, una torre de apartamentos en San José no posee el área suficiente de techo para producir electricidad a partir del sol. Entonces, el dueño decide usar una propiedad a su nombre en Puntarenas para colocar los paneles y transferirla hasta la capital para su utilización.
"Cada vez más, el ser humano quiere ser el productor de su propia electricidad (...) vienen proyectos muy importantes como tren eléctrico y el país va a requerir mayores y mejores condiciones de demanda eléctrica, hay mayor número de autos eléctricos y recientemente se ha anunciado el uso de buses eléctricos, incluso la Aresep (Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos) ya aprobó una tarifa para ese tipo de servicio”, comentó Villalobos.
¿Qué busca el Estado?
Para el Minae, la intención del nuevo reglamento es promover la generación de energía solar, así como afianzar y diversificar la producción eléctrica a partir de fuentes renovables, segun palabras de Rolando Castro, viceministro de Energía.
“Buscamos aprender de las lecciones dadas por el reglamento actual, aprovechar los avances tecnológicos y aclarar, aún más, la relación entre los abonados y las empresas distribuidoras para que haya más transparencia. También buscamos promover este tipo de generación, guardando un balance para garantizar la seguridad de la red eléctrica nacional”, declaró Castro.
En ese relación, el Centro Nacional de Control de Energía (Cence) cumpliría un papel fundamental para resolver posibles diferencias con base en criterios técnicos.
“El Cence podría darnos criterios técnicos para garantizar la seguridad de la red y que las conexiones que se hagan no afecten el sistema eléctrico nacional”.
La meta del Minae es tener listo y aprobado el nuevo texto normativo en tres meses.
El proceso
La Cámara Costarricense de Generación Distribuida calcula que el costo de instalar paneles solares en una casa donde viven cuatro personas oscila entre $8.000 y $12.000. La colocación provocaría ahorros en el recibo de electricidad de hasta el 60%.
Los interesados deben tramitar la viabilidad ante la empresa distribuidora para precisar si en su localidad se pueden conectar ese tipo de sistemas a los circuitos eléctricos, además firmar un contrato de interconexión con la empresa distribuidora. Sin embargo, ese proceso puede tardar algunos meses.