La Municipalidad de Orotina retiró las mesas que la soda Killer Monchis tenía sobre la acera, en cumplimiento de la orden girada por la Sala Constitucional de despejar estos espacios públicos invadidos desde hace años.
El retiro se realizó este lunes 4 de julio, según confirmó a La Nación el dueño del negocio, Rodrigo Flores Bolaños, quien abrió la soda Killer Monchis hace 14 años a pocos metros del acceso a la ruta 27, que comunica San José con Caldera.
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Los magistrados constitucionales ordenaron al alcalde Benjamín Rodríguez Vega y al presidente del Concejo Municipal de Orotina, Elford Antonio González Mora, resolver la queja que el 19 de noviembre del 2021 plantearon seis vecinos de residencial Las Palmas contra la soda Killer Monchis. En su resolución del 10 de junio, la Sala les dio un mes para resolver y el municipio cumplió una semana antes de que venciera el plazo.
Los pobladores se quejaron ante la Sala por la inacción municipal que permitió durante años la colocación de mesas sobre la acera. A criterio de los recurrentes, esto obstaculizaba el paso de los transeúntes, que se complicaba aún más con los carros de los clientes de la soda estacionados a ambos lados de la calle que da acceso a la residencial.
La Nación visitó el sitio el martes 28 de junio y conversó con lugareños, representantes municipales y el dueño del establecimiento.
Víctor Ugalde Ramírez, quien vive en Las Palmas y es uno de los seis vecinos que interpusieron el recurso, aclaró que la gestión no fue contra el negocio, sino contra la Municipalidad “por hacerse de la vista gorda” desde hace varios años ante las irregularidades.
Un reglamento
Por su parte, el dueño del negocio, Rodrigo Flores, reconoció que “la ley es la ley”, y que se ajustaría a lo que la Sala dijo, no sin antes manifestar su preocupación porque el Concejo Municipal todavía no aprueba el reglamento a la Ley de Comercio al Aire Libre.
Ese reglamento le permitiría a locales similares al suyo operar sin conflictos legales o vecinales como los que motivaron el recurso y la medida municipal que lo dejó sin sus mesas sobre la acera.
El coordinador de Asesoría Jurídica del Ayuntamiento, Randall Marín Orozco, calificó la situación de Killer Monchis como “un caso de vanguardia” porque a este establecimiento se le dio la posibilidad de explotar el espacio público mucho antes de que fuera aprobada esa ley.
“Nosotros, solo habíamos aplicado esa figura con Killer Monchis. En este momento, la ley está vigente y nos dio un plazo de seis meses para reglamentarla. Ya emitimos un reglamento, que está en conocimiento del Concejo.
“Tenemos que hacer un estudio técnico para determinar cuáles espacios de Orotina serían factibles para esta ley, teniendo como premisa que primero está el respeto al derecho al libre tránsito”, explicó el abogado hace una semana en referencia al pleito de la soda que llegó hasta la Sala IV.