Luego del hallazgo sin vida de la nutricionista Marialis Blanco Vega, el Parque Nacional Chirripó introdujo mejoras en la señalización en los tramos de la parte alta del trayecto a la cima.
La mujer de 39 años falleció al caer de un acantilado cerca del cerro Ventisqueros. Su cuerpo se localizó el 8 de mayo luego de casi cuatro días de búsqueda en ese parque al cual ingresan unos 13.000 visitantes por año.
La confirmación de las acciones en el Parque Nacional coincidió con una denuncia que hizo la familia de la víctima, este miércoles, cuando se refirió a “graves falencias” en materia de demarcación y ausencia de protocolos específicos para la atención de extravíos.
Así lo manifestaron los parientes en una esquela.
Ronald Chan, director regional del Área de Conservación La Amistad Pacífico, donde se halla el Parque, reconoció que esta muerte trajo un aprendizaje para instituciones y visitantes.
”Nos solidarizamos con el dolor de la familia y compartimos su trauma porque no la hallamos viva, aun y cuando sí dimos con ella. Sin embargo, este dolor nos recuerda que, con o sin experiencia, no debemos caminar solos. El caminante de montaña no debería andar ni siquiera cuando, como en el caso de ella, conocía la zona. Hay que andar en grupo”, dijo con énfasis el encargado.
Aparte de ese recordatorio, Chan informó que desde el 10 de mayo, dos días después del hallazgo del cuerpo, personal del parque hizo una demarcación con 80 mojones, a una distancia de 100 metros entre sí, provistos con un sistema de referencia geográfica y calcomanías reflectivas.
Los mojones flanquean los tramos de mayor peligrosidad en condiciones de clima extremo o de noche, en la parte alta del recorrido a la cima del parque. Su colocación pretende que los caminantes tengan siempre una referencia en su ascenso y, de ocurrir un extravío, los usen como punto de espera.
“Esa línea de mojones la tenemos en sistemas computadorizados de forma que cualquier persona con señal de GPS puede ayudarse para saber su ubicación.Vamos a extenderlo a todos los tramos desde el inicio del ascenso en etapas posteriores, para ayudar a los visitantes a sentirse más seguros”, adelantó.
Chan informó de que, por la traumática experiencia vivida, también analizan la posibilidad de introducir como requisitos obligatorios de ingreso que cada persona porte silbatos y algún sistema electrónico de referencia geográfica.
Incluso, dijo, que los caminantes puedan o deban descargar en aplicaciones móviles estas líneas de mojones con referencia geográfica, para usarlas en sus desplazamientos.
Denuncia de familia
La denuncia de la familia fue parte del texto de la esquela publicada en este diario.
En su mensaje, los parientes de Marialis Blanco agradecieron a los baquianos y arrieros de las comunidades de San Juan, San Jerónimo y San Gerardo de Pérez Zeledón, también a los grupos de voluntarios, rescatistas, brigadistas, pilotos de helicóptero y otras organizaciones privadas que ayudaron en la búsqueda, así como a los socorristas de las instituciones públicas implicadas.
Sin embargo, ellos también advirtieron de las “graves falencias” y mostraron extrañeza por la falta de señalización “y los precarios protocolos, casi inexistentes, en el Parque Nacional Chirripó para abordar situaciones como esta”.
“Creemos que es importante generar protocolos sólidos y ágiles que integren el conocimiento y la localización de todos los recursos públicos, así como privados y locales que voluntariamente participen para lograr brindar una respuesta inmediata”, indicó la familia, que por primera vez se refiere públicamente al operativo realizado.
Los familiares solicitaron que, de darse casos similares en el futuro, exista una única articulación entre entidades en la atención de la emergencia en “donde el tiempo y la velocidad de respuesta son determinantes a sabiendas de que entre más tiempo transcurre, hay menor probabilidad de obtener un resultado positivo”.
Ante estos señalamientos, Chan dijo que todo el trabajo de coordinación se realizó desde un centro de comando localizado en San Gerardo. Aseguró que todo el aporte de organizaciones y ayudas siempre se manejó ahí además de la toma de las decisiones que afectaron la búsqueda en la parte alta del parque a 14 kilómetros de ese punto.
El funcionario expresó que, los días previos al hallazgo del cuerpo, se atendió a la familia, cuyos miembros estaban en el propio centro de comando para tenerlos al tanto de qué se estaba haciendo y qué seguía; así como para aclarar sus dudas.
“La familia estuvo en medio de esa dinámica. pero hay que entender que si ellos se comunicaban con otras personas en la parte alta y había un comando en la parte baja, quizás pudieron percibir poca coordinación”, explicó el funcionario.
Chan aclaró que durante el operativo tampoco evitaron arriesgar la vida de otras personas por las condiciones de tiempo.
En su mensaje, la familia de Marialis Blanco también agradeció “el apoyo solidario y las valiosas opiniones de diferentes especialistas en rescate y amantes del montañismo, senderismo y alpinismo, que expresaron comentarios y recomendaciones sobre cómo proceder ante lo ocurrido y cómo prevenirlo”.
“Por los días de aciago que vivimos en la comunidad de San Gerardo durante la búsqueda de Marialis, consideramos que estas opiniones son muy atinadas”, manifestaron.