Un coyote sorprendió a vecinos del centro de Cartago, la noche de este miércoles, cuando deambulaba a escasos 200 metros al norte del mercado municipal. Los primeros en verlo fueron Pablo Zúñiga y su esposa que en ese momento iban de camino a Tres Ríos, en La Unión.
Según relató el lugareño, eran como las 9:30 p. m., y como todas las noches iba a recoger a su cuñado al trabajo; les llamó la atención ver a un “perro” caminando de norte a sur casi por media calle porque no había tránsito vehícular. Notó que tenía el rabo y el hocico más grande que un can común.
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“Nos miramos a la vez y mi esposa me pregunta: ‘¿Eso no era un coyote?’. Ante la duda, decidimos dar la vuelta cuando llegamos al alto donde debíamos parar lo topamos (ya había bajado como 75 metros del punto donde lo vimos primero). Cuando nos vio se quedó sentado.
“Era como ver un perro pero más grande... el rabo, el hocico y las orejas; un poquito flaco. Llevamos nuestro perro, un french poodle, y no sabíamos cómo iban a reaccionar ambos, si a lo mejor el coyote al verlo se vendría hacia el carro, pero en eso pasó otro vehículo y atrás una moto que lo asustó mucho y salió corriendo; corría más que un perro, luego dobló en una esquina y ya no supimos más”, narró Zúñiga.
Socorro Hernández, otra vecina, se sorprendió al ver la foto que la pareja subió en WhatsApp ya que a menos de 50 metros de donde fue observado viven sus hermanas, sus sobrinos y su mamá, que es adulta mayor.
“Al principio pensé que era una broma, pero al hablar con ellos confirmé que era real. El temor que uno siente es que se meta alguna casa y ataque en busca de comida o que algún perrito esté afuera y lo ataque, es mejor estar atentos y evitar una tragedia”, comentó.
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Común en pandemia
Los coyotes son mamíferos carnívoros que se encuentran en América y habitan en ecosistemas tropicales, templados y áridos. Es un gran cazador gracias a su habilidad, olfato y vista aguda. Pueden correr 64 kms por hora y buscan animales pequeños como conejos y algunos insectos e incluso algunas frutas y verduras.
En comunidades de Cartago y otras del Valle Central, el avistamiento de coyotes en la ciudad fue muy frecuente durante la pandemia, épocas de confinamiento para los humanos. Entonces, abundaron en las redes sociales fotos de estos caninos merodeando los alrededores del Instituto Tecnológico de Costa Rica (Tec), así como en Dulce Nombre y Agua Caliente, lugares donde aunque aún hay vegetación, abundan casas y edificios.
Lo mismo ocurrió en San Francisco de Coronado, San José, donde una manada se paseó por una urbanización en setiembre del 2020.
El biólogo de la Universidad Nacional (UNA), Kevin Lloyd, explicó en aquel momento que estos animales salen de su hábitat en busca de comida y es más normal en barrios que colindan con zonas de producción ganadera, por ejemplo.
Recomendó que si una persona se topa con un coyote mantenga la calma y procure no acercarse para no asustarlo.
Conviene además que los lugareños de las áreas donde se ven coyotes, aseguren los residuos comestibles en recipientes cerrados. Asimismo, tener presente que si hay mascotas que duermen en exteriores pueden correr peligro.